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España España · LOGROÑO
Voto de edusaenz:
6
Drama Toni, cristiano libanés, riega las plantas de su balcón. Un poco de agua se derrama accidentalmente en la cabeza de Yasser, palestino y capataz de una obra. Entonces estalla una pelea. Yasser, furioso, insulta a Toni. Él, herido en su orgullo, decide llevar el asunto ante la justicia. Comienza así un largo proceso en el que el conflicto tomará una dimensión nacional, enfrentando a palestinos y cristianos libaneses. (FILMAFFINITY)
3 de enero de 2018
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un conflicto estalla entre dos hombres y sus familias en el momento que uno de ellos, cristiano libanés, riega las plantas en su balcón y de forma casual moja a un encargado de obra palestino, que hacía reparaciones en el vecindario y que acaba insultándole. Para resolverlo pondrán a todo el país en el estrado.

La película que abrió la sección de cine del Festival Actual 2018 me dejó un tanto frío al terminar. El director libanés Ziad Doueiri, que como curiosidad fue ayudante de cámara de Quentin Tarantino, rueda una pelea mínima que poco a poco va aumentando y acaba siendo un debate nacional y un juicio público. Me engancha su principio, los primeros momentos del litigio me parecen muy interesantes pero para mi gusto acaba convirtiéndose en un partido de tenis judicial alargado hasta la extenuación en un tie break de egos imposibles de apaciguar, cada uno por una causa diferente. Todos somos bellísimas personas con buen fondo pero que de vez en cuando decimos palabras altisonantes que mandan todo al carajo. Esa rabia que todos tenemos dentro puede provocar tsunamis en cuanto se prende la chispa adecuada porque cada uno tiene sus motivos para perder el control, unos porque se les busca las cosquillas y otros porque se las buscan solos. Y cuando de fondo hay un conflicto nacional con heridas sin cerrar todo puede pasar. La acción se sitúa en el Estado de Palestina, pero podría pasar en cualquier lugar del mundo en el que existan connotaciones políticas y religiosas altamente sensibles, porque cuando cada uno se toma la guerra por su cuenta nada bueno puede pasar, salvo que al final no haya ganadores ni vencidos. Aplausos sí, pero tímidos, en las butacas del Teatro Bretón al terminar la proyección.

Sacapuntas de oro: Las actuaciones de todos los personajes son magníficas pero las del mecánico Adel Karam y la del abogado Camille Salameh son de alabar. Que para hacer buen cine que llegue no hacen falta ni grandes presupuestos ni actores reconocidos. Que te acaba haciendo partícipe del proceso y te obliga a tomar partido.

Sacapuntas de madera: Que pretenda ser la película definitiva sobre el conflicto palestino suena a pretencioso. Que el españolito medio de a pie, entre los que me incluyo, no tenga suficientes conocimientos de historia política para entender todos los entresijos. Le sobran 20 minutos, desde el incidente de la avería del coche, que hubiera sido un final conmovedor.

Nota: 6,5 Sacapuntas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
edusaenz
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