Pseudo biopic del famoso cosmólogo (y un largo etcétera) Stephen Hawking que narra su vida desde que era un joven universitario hasta la actualidad, pasando por el diagnóstico de su penosa enfermedad, por su matrimonio, hijos, éxitos profesionales y alguna que otra sorpresa más.

Hay que empezar diciendo que no es una película apta para todos los estómagos, no al menos sin tomar antes una pastilla de omeprazol. Escenas de mucha crudeza, duras y sin concesiones a la galería salvo alguna contada cucharada de fino humor inglés proporcionada por el sorprendente sentido del humor de Stephen Hawking, a pesar de todo lo que se ha venido encima. Tan frágil de físico como super héroe de psíquico. Capaz de plantearse y demostrar el orígen del planeta y de los agujeros negros como de amar y luchar por su vida. Y tras la silla de ruedas, Eddie Redmayne…simplemente colosal. Siempre será recordado por esta película. Su larga sombra ensombrece al resto de actores, Felicity Jones incluida. Una vez vista se plantean muchas preguntas, sobre todo en lo relativo al tema amoroso de los dos y que ha generado mucho debate. ¿Era necesario? Cada humano es un mundo y no hay nunca que generalizar. Personalmente, pienso que se amaban tanto que sólo deseaban lo mejor el uno para el otro y eso hicieron. Resumiendo que es gerundio, película tan difícil de ver como necesaria. Y un consejo: Tened cerca un paquete de pañuelos.

Lo mejor: Eddie Redmayne o como conseguir hacernos creer que estábamos ante el verdadero Stephen Hawking. Muy merecido Oscar. Sus ganas de vivir debería servirnos a los que lo tenemos TODO para saber valorar y replantearnos nuestras prioridades y conductas en la vida.

Lo peor: El hecho de estar basada en las memorias de la mujer hace que la historia esté sesgada desde la raíz y se cuente lo que ella quiere contar. Falta mucha información sobre los hijos y saber qué pensaban de su padre. Mal uso de la banda sonora por lo que no comparto en absoluto su nominación al Oscar.

Nota: 7/10