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España España · LOGROÑO
Voto de edusaenz:
9
Thriller. Drama Madrid, verano de 2011. Crisis económica, Movimiento 15-M y millón y medio de peregrinos que esperan la llegada del Papa conviven en un Madrid más caluroso, violento y caótico que nunca. En este contexto, los inspectores de policía Alfaro (Roberto Álamo) y Velarde (Antonio de la Torre) deben encontrar al que parece ser un asesino en serie cuanto antes y sin hacer ruido. Esta caza contrarreloj les hará darse cuenta de algo que nunca ... [+]
5 de noviembre de 2016
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos inspectores de policía siguen la pista del que parece ser un violador y asesino en serie de mujeres mayores. Pero no será nada fácil porque la ciudad está llena de gente manifestándose por la calles y dentro del propio cuerpo de policía las zancadillas son una constante en el día a día.

Rodrigo Sorogoyen dirige y escribe un brutal y trepidante thriller policíaco que nos muestra lo más oscuro y profundo de la condición humana. Además cuenta con un invitado de peso, como es la ciudad de Madrid. Pero no la ciudad espectacular de la que todo el mundo habla y se ha enamorado alguna vez en su vida, sino la que muestra lo peor y rancio de la España profunda, la pobreza, la condiciones infrahumanas, el sudor, el olor a putrefacto, la tapa caducada de la tasca de la esquina, la falta de higiene, la soledad no pretendida…Roberto Álamo y Antonio de la Torre dan vida a la pareja de policías que buscan dar con el sospechoso. Cada uno aporta su lado oscuro a la historia; aquél tiene un temperamento exageradamente exacerbado, una ira exterior tan violenta que arrastra a todo lo que está a su alrededor (y a él mismo) a la más absoluta autodestrucción. Un tipo con el que no te irías ni a echar la basura. De la Torre (posiblemente el mejor actor español del momento) es la otra cara de la moneda, el observador, el meticuloso, el perseverante y teórico. Él, que por su forma de hablar tan característica está ahí por méritos propios y nadie, nunca jamás, le ha regalado nada, es un hombre hecho a sí mismo y no parará hasta conseguir lo que se propone, caiga quien caiga. Y por último el presunto asesino, un chico aparentemente normal, del que sí te fiarías para que cuidase a tus padres enfermos pero con un pasado tan traumático que tras esa infancia solo podía salir un juguete roto. Javier Pereira le pone cara y repite con el director tras deslumbrar en la hipnótica Stockholm. Los tres protagonistas son tres caras de una misma moneda, muy a su pesar y aunque no lo sepan, ni lo quieran asumir. Y por todo ello la película merece la pena, porque muestra de forma eficaz las miserias que todos tenemos escondidas en un rincón de nuestra alma, bajo llave y con candado de acero. A falta de ver Tarde para la ira y El hombre de las mil caras, es muy posible que estemos ante la mejor película española de 2016 y aspirante a todo en los próximos Goya. Porque no es más listo ni mejor persona el que mejor habla y labia tiene, sino el que, en un mundo de pirañas, está en paz consigo mismo.

Lo mejor: El impecable trabajo de los actores y su descenso a los infiernos. La atmósfera turbia de cloaca. La inquietante y lasciva sensación de que en cada escena va a pasar algo. Que te provoca desasosiego y te encanta esa sensación. Que se la compare con el universo de Seven y Zodiac.

Lo peor: Que no la haya producido Telecinco ni el grupo Mediaset para que hubiera arrastrado a más público a las salas. Que alguien se pueda avergonzar y torcer la mirada por lo que ve en la pantalla. Que los personajes femeninos sean meras comparsas. Que la limpiadora vuelva a llamar a la puerta después de lo que pasó…

Nota: 9 Sacapuntas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
edusaenz
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