Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Sadman:
8
Drama. Bélico En septiembre de 1939 Polonia fue invadida: por el Oeste por las tropas de Hitler y por el Este por el Ejército Rojo. En la primavera de 1940, por orden expresa de Stalin, 22.000 oficiales polacos (uno de ellos el padre del propio Wajda) fueron asesinados de un tiro en la nuca y enterrados en fosas comunes. En Katyn (nombre de un bosque cercano a Kiev, en Ucrania) se narran los últimos días de estos oficiales y de sus familias y de su ... [+]
16 de noviembre de 2009
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ciertamente esta película no se podría calificar técnicamente como de esas capaces de pasar a la historia por sus virtudes meramente cinematográficas. Pero resulta que esta película, por todo su trasfondo, por su riqueza interior y algunos momentos verdaderamente contundentes, perturbadores, de esos que dejan huella en el alma, se convierte en una cinta imprescindible, no solo desde el punto de vista historiográfico, sino de la naturaleza de la barbarie, la condición humana y la falta de ella y sus consecuencias.

Wajda aborda la desgarradora historia como un drama de las personas, las familias, los soldados, las madres, esposas, hijos, abuelos. Y lo hace de una manera sencilla, solo dejando transcurrir las relaciones entre los personajes y los sucesos de una manera a la vez intimista y documental tratando de ser preciso en su lienzo histórico. Esto es, a su vez, el mayor defecto porque lastra los metrajes intermedios, que adolecen de un tempo lento y a veces algo pesado, pero siempre profundo e interesante.

Si no pretendemos ver una película tradicional de guerra, la cinta va revelando su verdadera virtud. La ambientación de la época, la sensación de sentirse en el momento y el lugar hacen al espectador partícipe de lo que los personajes deben estar pensando y sintiendo y ello resulta algo desasosegante y desgarrador: esa implicación que se logra con lo que está pasando en pantalla, con los personajes y sus tremendas circunstancias, sabiendo que eso sucedió en la realidad, que esos personajes fueron personas y esos tiempos pasados se sienten como presentes. Es algo que no deja indiferente. Wajda, debido a este enfoque, no se deja llevar por el nacionalismo o la mera toma de partido por bandos. En su cinta las cosas son como fueron: los alemanes matando por un lado; los soviéticos matando por el otro. El paso de la terrible guerra a la no menos terrible postguerra. Y en el medio, las familias destrozadas, con la gente tratando de seguir sobreviviendo a sus sentimientos, a sus recuerdos, a sus posibles deseos de venganza o de reconciliación, a sus fantasmas interiores... Toda esta riqueza de matices queda plasmada como en pocas películas que se hayan hecho sobre la guerra. Todo ello muestra, más que en niguna otra cinta, la verdadera dimensión de la guerra como algo sufrido por personas de carne y hueso, gente que tenía una familia, amigos, un país.....y acaba perdiéndolo todo ello en poco tiempo. ¿Cómo puede un ser humano soportar algo así? ¿Cómo puede el espíritu humano vivir rodeado de semejante crueldad y barbarie?.

Y el estremecedor final queda como un retumbar que deja helado el espíritu. Quizás, un aldabonazo del director para indicarnos que, al fin y al cabo, matar no es solo eliminar cuerpos, que el ser humano es un compendio de emociones y éstas son, realmente, el motor de la vida. Ese es quizás el trasfondo: cuando matas no se trata de cosas, se trata de personas, de seres humanos, con todo lo que eso conlleva.
Sadman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow