Haz click aquí para copiar la URL
España España · Castellón de la Plana
Voto de mnemea:
8
Fantástico. Aventuras. Drama Adaptación de un cuento para niños de Maurice Sendak. Cuando Max, un niño desobediente, es enviado a la cama sin cenar, se zambulle en un mundo imaginario creado por él y que está poblado por feroces criaturas que le obedecen ciegamente. (FILMAFFINITY)
16 de junio de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La felicidad. En aquel tiempo en el que todos huimos de nuestra imaginaria realidad que nos impide rejuvenecer hasta convertirnos en niños, nunca sabemos dónde parar a refugiarnos. Pero siempre fuimos niños ocultos en otros mundos y en el que naufragamos juntos en esta ocasión se encuentran los monstruos que buscan reyes que les ayuden a ser niños pertenecientes a otro lugar. La felicidad.

El tiempo se para, la respiración se acelera, correr o reír se convierten en lo mismo, algo está a punto de estallar en el interior, un poco más de aire, un júbilo incontrolable que carece de importancia y devuelve la vida por unos prolongados minutos que se asemejan a eternidades.


Esta película es como un atardecer en el que agoniza el sol poco a poco mientras nos deleita con sus últimos rayos del día, no intenta quemar, ni molestar, solamente comparte sus últimas horas antes de dormir hasta un nuevo mañana. Para unos comienza la actividad, para otros está por terminar, pero todos paramos unos instantes para disfrutar del lugar y el momento en el que sentimos eso, la felicidad.

Estos monstruos miedosos saben demasiado de la vida, reconocen que los sueños son lo que les devuelve la energía, un niño se convierte en el estímulo a seguir cuando toda esperanza quedó perdida en el camino, un soplo necesario en cualquiera para recordar que la existencia se compone de algo más que lejanos recuerdos y misteriosos deberes con los que cumplir, los rayos de luz que se escapan entre las hojas de ese frondoso bosque se asemejan al alto que damos para gritar un poco, a esa voz que escuchas de casualidad y endulza para siempre el letargo de un día marchito, a la melodía tranquila que invita a cerrar los ojos y vislumbrar más allá de la mente, al suelo caliente por el sol donde posar los pies descalzos, a cada pequeño placer que nos permitimos a escondidas en un intervalo de suspiros. Las ganas de vivir para los adultos, los curiosos y orondos personajes para los niños, el rey sonriente tiene un cetro mágico que devuelve sonrisas a los incrédulos. La felicidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
mnemea
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow