Para nada soy un amante del cine negro, pero me encanta una buena película, y aquí estamos ante una de ellas, y quizás, una de las películas más memorables de Polanski.

Un clásico que recuperó el género con una sutilieza que demuestra sobre todo el buen trabajo del director, todo es perfecto en su trabajo, aunque a primera vista todo parezca un trabajo normal y sencillo, pero durante dos horas estás enganchado a la historia y nunca te deja de sorprender, el hilo conector de la historia es impecable.

Las actuaciones son lo mismo, no se pretende sobreactuar, cada personaje está perfectamente trabajado y actuado, y lo dicho, se nota una buena dirección en cada detalle.

Todo un director que pretende ir más allá y hacer de la situación una buena crítica social del rico y del pobre.