Sin ninguna duda, estamos ante una de las mejores películas de los últimos años de Woody Allen, sin duda, uno de sus aciertos totales.

Esta película está lejos del tradicional cine de Allen, lejos de cualquier comedia pero se respira una ambiente realista, nada exagerado de lo que podamos encontrar en la vida real, desgraciadamente Allen retrata una realidad de la que ya llevaba hablando hace muchos años en muchas de sus películas.

Siempre ha criticado a esa sociedad adinerada, la sociedad más rica y quizás más poderosa, pero no la más feliz.
Allen nos dice que no envidiemos a esta gente, que son unos auténticos desgraciados y sus vidas un saco de desastres, aunque no podamos llegar a final de mes, podremos ser más felices discutiendo por un trozo de pizza.

Allen retoma la filosofía de siempre, los ricos y su moral vacía, un corazón insensible y una mente hueca que viven de fiestas, ropas caras, caras operadas, vacaciones “exóticas”, pisos de lujo y sobre todo…muchos amantes, gente desgraciada que no tienen y no saben encontrar la felicidad.

Hace muchos años Allen retrató también esta realidad con Alicie, una historia un tanto cómica de una mujer que decide dejar su lujo y vivir de una manera más humilde pero feliz.
Allen retrata de una manera clara y evidente estos dos mundos.

Pero esta película pertenece a una sola actriz, ella es Blanchett y sin ninguna duda, es sorprendente, es un lujo, su interpretación es sublime, quizás lo mejor de la película, no deja respirar a nadie, todos actúan de una manera sorprendente pero solamente se le ve a ella.

El retrato de una mujer destrozada por haber tenido que cambiar de estilo vida y bajar de nivel social debido a que su marido ha caído en la ruina tras haber engañado y robado.
Es el trauma psicológico de una mujer que no puede adaptarse a su nuevo mundo y busca desesperadamente un marido rico con el que pueda asistir a fiestas de lujo, comprar ropa cara y vivir en un cuento de hadas falso aunque para ello tenga que fingir el amor.

Esta mujer al borde la locura retrata a una sociedad actual vacía de valores humanos y muy desgraciada que busca desesperadamente la felicidad en las cosas más caras y lujosas de la sociedad consumista.