Aun así la película me sorprendió positivamente; me esperaba menos. Funciona, engancha, mantiene la tensión y el interés a tope (aunque se afloja un poco a ratos). Y el tono europeo se agradece, ya que el estadounidense ya aburre (excesivamente vacío).
Y en lo negativo: la historia tiene algunos toques bobalicones/ingenuos, e incluye varios anuncios publicitarios de la Mercedes Benz que parece que fuera el productor de la peli.

Pero se puede hacer la vista gorda con un poco de esfuerzo y disfrutar un thriller gore de estilo Seven sin tantos medios, y con sus propios elementos originales, como que los 2 protagonistas que van tras el malo NO son policías (cosa que sería inédita en películas estadounidenses).

Tampoco hay interminables tiroteos, ni interminables peleas de artes marciales, ni persecuciones en coche. ¡Gracias! Cómo me tiene de aburrido el cine estadounidense, no sé si se nota ("cine" por llamarle algo).

Y en su parte de propaganda ideológica me gusta también que el psicópata retorcido (el malo) es el que más albino parece (rubio, ojos azules), y el protagonista principal y salvador y medio héroe, Moritz Bleibtreu, es de aspecto más Mediterráneo o afrancesado. Igualmente el personaje secundario y ridículo al que le caen las bromas de tonto y todo eso es también de aspecto rubio ojos azules.
Con lo cual, estuve también cómodo con todos estos aspectos subcomunicados, que intentan corregir parte de la monstruosidad que ha hecho Estados Unidos con sus películas durante décadas que harían a Hitler sentirse orgulloso.

En resumen: palomitas y a disfrutar una buena peli de suspense con algo de acción y algo de charcutería (muy bien hecha). Me gustaría ver muchas más de éstas.