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Voto de manulynk:
9
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21.655
Thriller. Intriga
Un asesino de niñas tiene atemorizada a toda la ciudad de Berlín. La policía lo busca frenética y desesperadamente, deteniendo a cualquier persona mínimamente sospechosa. Por su parte, los jefes del hampa, furiosos por las redadas que están sufriendo por culpa del asesino, deciden buscarlo ellos mismos. (FILMAFFINITY)
29 de abril de 2010
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se habla del paso del cine mudo al cine sonoro, se suele hablar de grandes estrellas y directores que no supieron adaptarse al cambio. Esto habría que matizarlo, aunque daría para mucho más que un simple párrafo. Lo que parece más o menos claro es que los que tenían talento, supieron sobrevivir, adaptándose sin problemas. Uno de ellos fue el realizador germano Fritz Lang. Con una solida y prestigiosa carrera dentro del cine mudo, y uno de los máximos exponentes del llamado "expresionismo alemán", Lang pasó del cine mudo al sonoro con este film, basado en hechos reales, sobre un asesino de niñas que aterrorizó la ciudad de Dusseldorf.
A Lang no le interesa demasiado mostrarnos una trama puramente detectivesca, consistente en la búsqueda y captura del asesino, mientras éste va cargándose a unas inocentes niñas, sino que más bien, incide mucho más en mostrarnos los efectos que tiene la presencia de un asesino, prácticamente invisible para todos, que va dando rienda suelta a sus instintos, ante la impotencia de las autoridades en localizarlo. De hecho, la pauta principal del film es justamente esa: no tanto en mostrar el acto en sí, sino sus consecuencias. Los hechos más violentos del film tienen lugar fuera de campo, siendo sobretodo delicado a la hora de mostrar el asesinato de las niñas. Por otro lado, la señal que nos permite identificar al asesino, es un silbido, sirviéndose de forma ingeniosa de la nueva técnica. Aún así, todavía perviven numerosas formas más bien típicas del cine mudo como la exagerada expresividad de los rostros, y hay muchas escenas que nos muestra de forma visual, sin diálogos. También habría que matizar que, esto beneficia al film, sobretodo en lo que tiene de prefiguradora del género negro, mezclada con la estética expresionista. Sin olvidarnos que es tan importante el silencio como el diálogo, siempre que se sepa hacer un buen uso de ellos. Y desde luego Lang era de los que lo sabían.
El film es oscuro, no solo la mayor parte del mismo tiene lugar de noche, sino que incluso los interiores no están muy iluminados. Además, lo más interesante del film es la forma en que podemos ver la concepción de sociedad del realizador germano (en ocasiones podría parecer incluso "Furia" en el sentido en que una comunidad decide hacer justicia por su cuenta), algo que irá desarrollando de forma mucho más intensa cuando cruce el charco. Hay que decir que la mirada de Lang sobre sus propios compatriotas no es mucho mejor que la que luego dedicará a los norteamericanos. Así, el hecho que el film hable de un asesino de niñas, es meramente una excusa, un vehículo que viene a ser el detonante de la verdadera trama: ante la imposibilidad de localizar al asesino, las autoridades deciden presionar directamente al barrio más marginal de la ciudad (en la creencia que entre ellos puede estar el asesino), los cuales deciden organizarse y buscar al verdadero asesino.
(sigue)
A Lang no le interesa demasiado mostrarnos una trama puramente detectivesca, consistente en la búsqueda y captura del asesino, mientras éste va cargándose a unas inocentes niñas, sino que más bien, incide mucho más en mostrarnos los efectos que tiene la presencia de un asesino, prácticamente invisible para todos, que va dando rienda suelta a sus instintos, ante la impotencia de las autoridades en localizarlo. De hecho, la pauta principal del film es justamente esa: no tanto en mostrar el acto en sí, sino sus consecuencias. Los hechos más violentos del film tienen lugar fuera de campo, siendo sobretodo delicado a la hora de mostrar el asesinato de las niñas. Por otro lado, la señal que nos permite identificar al asesino, es un silbido, sirviéndose de forma ingeniosa de la nueva técnica. Aún así, todavía perviven numerosas formas más bien típicas del cine mudo como la exagerada expresividad de los rostros, y hay muchas escenas que nos muestra de forma visual, sin diálogos. También habría que matizar que, esto beneficia al film, sobretodo en lo que tiene de prefiguradora del género negro, mezclada con la estética expresionista. Sin olvidarnos que es tan importante el silencio como el diálogo, siempre que se sepa hacer un buen uso de ellos. Y desde luego Lang era de los que lo sabían.
El film es oscuro, no solo la mayor parte del mismo tiene lugar de noche, sino que incluso los interiores no están muy iluminados. Además, lo más interesante del film es la forma en que podemos ver la concepción de sociedad del realizador germano (en ocasiones podría parecer incluso "Furia" en el sentido en que una comunidad decide hacer justicia por su cuenta), algo que irá desarrollando de forma mucho más intensa cuando cruce el charco. Hay que decir que la mirada de Lang sobre sus propios compatriotas no es mucho mejor que la que luego dedicará a los norteamericanos. Así, el hecho que el film hable de un asesino de niñas, es meramente una excusa, un vehículo que viene a ser el detonante de la verdadera trama: ante la imposibilidad de localizar al asesino, las autoridades deciden presionar directamente al barrio más marginal de la ciudad (en la creencia que entre ellos puede estar el asesino), los cuales deciden organizarse y buscar al verdadero asesino.
(sigue)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La visión de Lang de la sociedad ciertamente no es nada esperanzadora. No sólo nos muestra a un poder arbitrario, incapaz de imponer el orden, sino que la misma comunidad (aunque sea de ladrones, prostitutas y otras actividades), decide actuar por su cuenta, al margen de las leyes. Quizás de alguna forma, Lang trata de hablarnos mediante esta historia de cierta alegoría del ascenso del nazismo, en el sentido de la paranoía que se inserta entre todos los miembros de la sociedad, al sentirse amenazados. La idea que cuando el miedo y la desconfianza se instalan en puede dar como resultado la configuración de un estado arbitrario y totalitario.
Seria fácil asumir que el film está reflejando la situación política de su país, con un República (la de Weimar) totalmente desacreditada y a punto de ser tomada por el partido nazi, pero no lo es menos que en buena parte de su filmografía norteamericana, podemos ver esa misma visión de una sociedad deteriorada. Quizás la interpretación, o posible interpretación entra más en concordancia con el pesismismo general de Lang, mucho más que con el retrato concreto de la llegada de los nazis al poder (también es cierto que el hecho que prohibieran el film ayudó en buena parte a formarnos esta idea). La presencia de un reparto coral, en el que la cámara va saltado de un personaje (la mayor parte de las veces anónimo) a otro sin que ninguno tenga más peso que otro refuerza esta idea que Lang pretende dar una imagen general de la sociedad. El único que tiene especial incidencia es el personaje que de forma tan magistral interpreta Peter Lorre, no sólo por motivos obvios, que el propio realizador destapa a la primera oportunidad, sino que además le sirve para darle humanidad a alguien que en condiciones normales hubiera tenido el tratamiento de una fiera rabiosa, y en cierta medida presentarlo ante el improvisado jurado como una víctima, lo que convierte en reprobable no sólo lo que ha hecho él sino lo que están a punto de hacer los demás. Ya sea una crítica contra el nazismo o no, lo único que realmente es cierto es que Lang fue un verdadero maestro en el cine, ya sea sonoro o mudo
Seria fácil asumir que el film está reflejando la situación política de su país, con un República (la de Weimar) totalmente desacreditada y a punto de ser tomada por el partido nazi, pero no lo es menos que en buena parte de su filmografía norteamericana, podemos ver esa misma visión de una sociedad deteriorada. Quizás la interpretación, o posible interpretación entra más en concordancia con el pesismismo general de Lang, mucho más que con el retrato concreto de la llegada de los nazis al poder (también es cierto que el hecho que prohibieran el film ayudó en buena parte a formarnos esta idea). La presencia de un reparto coral, en el que la cámara va saltado de un personaje (la mayor parte de las veces anónimo) a otro sin que ninguno tenga más peso que otro refuerza esta idea que Lang pretende dar una imagen general de la sociedad. El único que tiene especial incidencia es el personaje que de forma tan magistral interpreta Peter Lorre, no sólo por motivos obvios, que el propio realizador destapa a la primera oportunidad, sino que además le sirve para darle humanidad a alguien que en condiciones normales hubiera tenido el tratamiento de una fiera rabiosa, y en cierta medida presentarlo ante el improvisado jurado como una víctima, lo que convierte en reprobable no sólo lo que ha hecho él sino lo que están a punto de hacer los demás. Ya sea una crítica contra el nazismo o no, lo único que realmente es cierto es que Lang fue un verdadero maestro en el cine, ya sea sonoro o mudo