Sam Mendes nos cuenta las vivencias de Burt (Joe Krasinski) y Verona (Maya Rudolph), una pareja que ya ha pasado los 30, que ante el embarazo de ella y la "fuga" de los padres de él, inician un largo peregrinaje por diferentes ciudades norteamericanas en busca de un lugar adecuado en el que educar a su futuro hijo. De hecho, el film está estructurado en base a las diversas ciudades que visitan ambos, a modo de episodios, en el que la pareja busca el entorno que consideran adecuado. En cada parada, a Burt y Verona les esperan amigos, familiares, ex-compañeros de trabajo con los que vivirán diversas situaciones, prácticamente todas ellas contadas en clave de comedia.

Mendes basa su historia en dos pilares básicos. Por un lado el excelente guión de Dave Eggers, Vendela Vida, que le permite dosificar su particular visión del matrimonio y de las relaciones sociales. Por el otro lado, y como novedad importante, el realizador mantiene en todo momento un tono de comedia ácida que beneficia notablemente los resultados finales. Además, se observa un substancial cambio visual, un tanto alejado de la elegante puesta en escena, y cierto gusto plástico, a que nos tenía acostumbrados, sustituyéndolo por un aire más independiente y con una puesta en escena mucho más simple, que acaba concediendo mucho más protagonismo a los personajes, los interpretados por Krasinski y Rudolph sobretodo pero con margen para las apariciones de Jeff Daniels, Jim Gaffigan, Maggie Gyllenhaal, Allison Janney, etc, que saben aprovechar bien sus escasos minutos.

Es difícil no ver, bajo el barniz de comedia desenfadada (que no desenfrenada) un punto de vista crítico a las relaciones familiares. Cada episodio que viven Burt y Verona, en su periplo circular acaba con un cierto desengaño, por las actitudes y comportamientos de sus amigos y familiares con respecto a la familia, de forma que es difícil verlos como algo que no sea estereotipos de las diferentes formas de familia que podemos encontrar. No cabe duda, que Mendes nos presenta una muestra bastante representativa de "familias tipo" de hoy en día, pero sin llegar a profundizar en exceso en el tema, seguramente para no desviar el foco de atención de la pareja protagonista.

Gracias al tono cómico con que el realizador afronta el film, consigue hacerlo bastante más accesible que anteriores productos. Quizás por ello, ha conseguido una relativa buena acogida, aunque haya rebajado considerablemente sus pretensiones temáticas y estéticas. Por otro lado, el buen guión le permite un recorrido a vista de pájaro ciertos comportamientos sociales.