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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
9
Drama Gran Bretaña, en un futuro indeterminado. Alex (Malcolm McDowell) es un joven muy agresivo que tiene dos pasiones: la violencia desaforada y Beethoven. Es el jefe de la banda de los drugos, que dan rienda suelta a sus instintos más salvajes apaleando, violando y aterrorizando a la población. Cuando esa escalada de terror llega hasta el asesinato, Alex es detenido y, en prisión, se someterá voluntariamente a una innovadora experiencia de ... [+]
8 de septiembre de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aprovechando que Burguess situaba la acción de su obra en un tiempo indeterminado, Kubrik aprovecha para darle un toque futurista. De esta forma, la peculiar estética del film se acerca de forma sospechosa a la de su anterior película, lo que se hace más evidente con los especiales vestidos del protagonista y sus compinches, y algunos decorados como el bar que aparece al principio.

El film gira alrededor de Alex (Malcolm McDowell), un joven cuyos entretenimientos giran alrededor de la violencia junto al grupo que lidera (a los que llama sus "drugos"), el sexo, y, paradójicamente la música clásica. Kubrik se sirve de este personaje para realizar una reflexión muy profunda sobre la presencia de la violencia en la sociedad. Con muy buen acierto, Kubrik no sólo no sitúa la acción en el tiempo, sino tampoco en el espacio. Esta indeterminación le sirve al realizador para representar de forma eficaz un concepto tan abstracto y complejo como es la sociedad, prescindiendo voluntariamente de señalar un país concreto o un año determinado. Incluso la curiosa jerga que hablan, parece servir a sus fines.

A través de Alex, un joven amoral y sociópata, vemos diferentes formas de ejercer la violencia, en un itinerario que parece seguir una forma circular. Posteriormente veremos, otro tipo de violencia, la institucional. Aquí también aprovecha Kubrik para cargar las tintas contra las instituciones, y sobretodo contra la incapacidad de las mismas por reeducar y reinsertar personas que están al margen de la sociedad. Kubrik nos habla directamente sobre la forma en que la violencia está enquistada en la sociedad, y que se transmite de unos a otros, sin que el Estado pueda hacer nada para remediarlo. A lo largo de todo el metraje vemos a todo el mundo ejerciendo la violencia de una forma o de otra. Es la propia sociedad la que "produce" tipos como Alex, los cuales, luego no sabe como controlarlos, si no es utilizándolos como policías o para sus propios ejércitos, o bien atajando de raiz esos instintos.

Estamos ante un film de los que no deja indiferente a nadie. No es que sea provocador, que lo es, sino que se podría considerar más bien como transgresor en su puesta escena (con imágenes que nos quedan impresas en la retina para siempre) pero sobretodo en sus planteamientos. Por ello el film transmite un profundo nihilismo. Así no es de extrañar que el film haya acabado con la etiqueta de "película de culto". Es posible que las imágenes del film hayan envejecido notablemente, pero lo que está aún de actualidad son las ideas que transmite el mismo, adelantándose varias décadas a tratamientos similares, que aún ahora no se atreven a llegar tan lejos como fue capaz el genial Stanley Kubrik.
manulynk
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