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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
5
Thriller. Acción Un guarda novato que custodia un furgón blindado, forzado por sus problemas económicos y familiares, decide aceptar el ofrecimiento -casi obligado- de sus veteranos compañeros para robar unos de los furgones, con 42 millones de dólares. Pero un cambio de planes de última hora divide al grupo... (FILMAFFINITY)
29 de noviembre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El realizador Nimrod Antal nos ofrece un film que gira alrededor de un robo, que es el planeado por un grupo de veteranos guardias de seguridad que deben contar con la lealtad del más novato de todos ellos (aunque amigo íntimo de alguno), quien se acabará convirtiendo en el eslabón débil de la cadena.

El film a priori parece prometernos buenos momentos, no sólo con el excelente reparto que Antal consigue reunir (Matt Dillon, Jean Reno, Lawrence Fishburne o Fred Ward junto a los televisivos Milo Ventimiglia y Amaury Nolasco), sino también con esa voluntaria aparicencia de película de “série B” y una puesta en escena que parece remitirnos al cine de los años 70. En este sentido, la voluntad de sus responsables es valorable, buscando en aquélla forma de hacer cine, unas coordenadas adecuadas para hacer interesante una historia que parece más de personajes que de acción pura y dura.

Sin embargo, el peso argumental acaba recayendo en el personaje que interpreta Columbus Short, un veterano de la guerra de Iraq cuyas dificultades económicas le llevan inicialmente a seguir el juego a sus compañeros, aunque posteriormente los remordimientos de éste complicarán el “atraco perfecto”. No es que Short realice una mala composición de su personaje, el problema es la poca profundidad que tiene el personaje, seguramente por carencia de un guión que se limita a apuntar una situación, pero sin entrar mucho más allá. Peor suerte corren sus compañeros de reparto, cuyos personajes son demasiado planos y unidimensionados lo que le hace perder autenticidad.

Pese a la apariencia de film menor, lo que realmente obtiene Antal y ofrece al espectador es un productor más bien de aire televisivo, que sin ser espectacular busca descaradamente el efectismo encomendándose a través de los tópicos habituales de este tipo de películas y a base de una série de situaciones teóricamente límite, que no consiguen elevar demasiado el nivel de tensión que pretende.

A pesar de todo, Matt Dillon es el único que consigue levantar algo a su personaje, mientras que el resto del reparto se limita a mantenerse en sus coordenadas, asumiendo la pequeña cuota de protagonismo que les toca sin demasiadas estridencias. Lo que supone un desperdicio teniendo en cuenta que entre el reparto había muy buena materia prima, pero el esquematismo a que les deja reducidos el guionista, no da para mucho más. Lo peor de todo es que el el citado esquematismo se extiende a la totalidad de la trama.

Por lo demás, este film de Nimrod Antal no nos ofrece nada nuevo sobre el cine de atracos y robos. De hecho, en los 90 minutos que dura el mismo, podremos reconocerlos todos sin excesiva dificultad, y es que Antal ha firmado un film excesivamente facilón y autocomplaciente que parece confiar más en la mera presencia de una serie de caras conocidas que no en las virtudes de una buena historia y un buen dibujo de los personajes.
manulynk
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