Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de manulynk:
10
Drama Un importante magnate estadounidense, Charles Foster Kane, dueño de una importante cadena de periódicos, de una red de emisoras, de dos sindicatos y de una inimaginable colección de obras de arte, muere en Xanadú, su fabuloso castillo de estilo oriental. La última palabra que pronuncia antes de expirar, ”Rosebud”, cuyo significado es un enigma, despierta una enorme curiosidad tanto en la prensa como entre la población. Así, un grupo de ... [+]
27 de julio de 2011
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia del film viene a ser la investigación por parte de un periodista sobre la vida de un popular personaje recientemente fallecido, Charles Foster Kane (un reflejo de un poderoso magnate de los periódicos, William Randolph Hearst), con la finalidad de averiguar el significado la última palabra pronunciada por Kane antes de morir ("Rosebud"). Sin embargo, lo novedoso del film no es tanto lo que cuenta, sino cómo lo cuenta.
Welles, desdobla la información que tenemos de Kane (interpretado por él mismo) entre el impersonal documental que nos habla de su vida, obra y milagros (objetiva), y las personas que le conocieron, que estuvieron cerca de él en determinados momentos de su vida (subjetiva), intentando abarcarla toda. Así nos vamos informando sobre la vida del "gran hombre", un prototipo del que entonces era el hombre triunfador (un "self-made-man"), y personificación de todas las virtudes del capitalismo clásico.
Los relatos que vamos conociendo a base de diversos "flashbacks" nos dejan un regusto amargo ya que al mismo tiempo que asciende, se va quedando paulatinamente sólo. Pero lo que acabamos percibiendo al final de todos estos relatos es que realmente nadie llegó a conocer realmente a Kane a fondo.
Welles, critica claramente lo que se conoció como "american way of life". La vida de Kane acaba siendo una sucesión de contínuos fracasos que le van llevando a la soledad más absoluta, sin llegar a ser realmente feliz.
Visualmente resulta de un virtuosismo técnico deslumbrante para la época. De la mano de su director de fotografía, Gregg Toland, el realizador nos ofrece una estudiada puesta en escena con profundidad de campo, planos en picado y contrapicado, la utilización contínua de elementos fuera de campo, complejos travellings que demuestran un conocimiento técnico y un uso al servicio de la historia (ninguno de estos elementos es gratuito) deslumbrante y desbordante.
Al margen de las numerosas controversias que rodearon (y rodean) al film, desde la autoría del guión, pasando por el montaje (realizado por Robert Wise por cierto) o el extremado parecido con poderoso un personaje real, no cabe duda que el debut de Orson Welles en la dirección fue sonado. Sin toda esa polémica, también se hubiera hablado de este film, por lo inteligentemente que están dispuestos todos los elementos que articulan la historia, por los hallazgos técnicos que ofrecía a un cine todavía excesivamente deudor del cine mudo, nuevos caminos creativos estéticos y visuales, para expresar sus ideas. Quizás el público no estaba preparado entonces para tanta innovación a la vez, pero sin lugar a dudas, este film se puede considerar prácticamente como el punto de partida del cine plenamente como vehiculo artístico en todos los sentidos. Sin desmerecer a otros autores anteriores, aunque quizás fue Welles el que consiguió dar salida a todas estas formas de expresión que hasta entonces aparecían diluidas.
manulynk
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow