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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
9
Aventuras Scaramouche fue el espadachín más famoso y charlatán del siglo XVIII. Su vida estuvo llena de aventuras y amoríos. Era hijo de un noble francés que tenía motivos para ocultarle su identidad, razón por la cual Scaramouche ignoraba sus orígenes. Su padre adoptivo, muy amigo de su padre biológico, era Philip de Valmorín, a quien tuvo que ayudar a huir de los hombres del Rey que lo acusaban de sedición... (FILMAFFINITY)
25 de agosto de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El realizador George Sidney (quien ya adaptara la famosa novela de Alejandro Dumas “Los tres mosqueteros”), fue el encargado de llevar a buen puerto la novela de Sabatini en la que está basada esta historia. Para la época (años 50), un punto de partida como el que se narra en la novela de Sabatini, era garantía de éxito seguro siempre y cuando se supiera trasponer adecuadamente. Y es que lo tiene todo: venganza, aventuras, amores imposibles, amores impuestos, honor, acción, y todo ello con el telón de fondo de la convulsa Francia pre-revolucionaria. El protagonista es Andrés Moró (Stewart Granger), un joven criado por una familia más o menos acomodada, que oculta la identidad de su verdadero padre, un noble que tuvo un desliz. Moró es un joven despreocupado. No sucede igual con su hermano adoptivo, lo que le cuesta la muerte a manos de de uno de esos nobles que quiere seguir manteniendo sus privilegios, Gaspar Noe (Mel Ferrer), ante los ojos de Moró, el cual jurará venganza.

Con una excelente fotografía en color (gracias al cinemascope), Sidney sitúa a todos los personajes que aparecen en el film en apenas 15 minutos, con una ejemplar demostración de economía narrativa. De hecho, como iremos viendo a medida que avance el metraje, todos ellos están unidos entre sí por lazos más o menos visibles, que los acontecimientos se irán encargando de ir desvelando. Con excelente sabiduría, el realizador sabe resaltar la dualidad entre ambos personajes, aprovechando el contexto. Al margen de ser una historia de enfrentamiento personal, ambos personajes se identifican de forma antagónica, Moró es el representante del pueblo llano, y su figura está identificada no sólo con la justicia sino también con la libertad. Por su parte, la figura de Noé está revestida de todos las connotaciones negativas que podemos asociar a una clase social privilegiada que representan la injusticia y la arbitrariedad.

Igualmente, las relaciones del protagonista mantienen de alguna forma esa dualidad, aunque en esta ocasión con connotaciones diferentes. Moró se debate entre un amor no correspondido con Lenore (Eleanor Parker), de su misma clase social, y un amor imposible, Aline de Gravillac (Janet Leigh). El film es lo que es: un estupendo film de aventuras, de las llamadas de "capa y espada", expuesto con ritmo y vigor, y con un excelente sentido del espectáculo.

Pero no será hasta el final cuando, por fin podamos contemplar el ansiado enfrentamiento entre Moró y Noé. Y cuando esto ocurre ¡vaya duelo! de los mejores que se hayan visto en una pantalla de cine. La larguísima secuencia no está exenta de dificultades técnicas. No es aquí donde encontraremos grandes interpretaciones, pero todos están muy correctos en los roles que les tocan jugar. Cuando se habla de la "época dorada" de Hollywood, esta es una película bien representativa de aquélla época. No era una fábrica de obras maestras pero sí que es cierto que fabricaba films de muy buena calidad.
manulynk
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