Desde Brasil, Fernando Meirelles nos iba a ofrecer un film de esos que, sin contar con una gran campaña publicitaria y de marketing destrás, todo el mundo iba a acabar hablando. El film ilustra la vida en una favela brasileña a lo largo de 30 años, contado por Buscapé, un joven que intenta sobrevivir enmedio de tanta pobreza, miseria, droga y sobretodo violencia.

El director utiliza el personaje de Buscapé como un mero espectador, sin apenas peso en la trama excepto el de hacer de cronista omniscente, desgranando al espectador diversos episodios, casi todos ellos relacionados con la violencia, la marginación y la droga. Durante casi dos horas asistimos a una enorme sucesión de hechos y personajes, aunque Meirelles simplifica bastante la trama para hacer que el espectador no se pierda con tan abrumador caudal de información.

Al margen de lo que nos explica, lo más significativo del film es como nos lo explica. La apuesta de Meirelles es básicamente visual, su puesta en escena es atrevida, mezclando con acierto el estilo seco y contundente de los westerns polvorientos de Peckimpah con el efectista del Scorsese de "Uno de los nuestros" o "Casino" y poniendo algo de su cosecha, consigue plasmar un film eminentemente estético, y de paso ilustrarnos sobre las duras condiciones de vida (y de muerte) de las favelas brasileñas, donde los niños juegan con armas de fuego, y donde te puede caer un tiro simplemente por estar en el sitio equivocado en el momento equivocado.

Excelente película, donde Meirelles consigue conjugar elementos estéticos muy efectistas con una peculiar mirada hacia los más desfavorecidos con un lenguaje narrativo y visual que le confieren un estatus muy especial.