Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de manulynk:
7
Western. Aventuras Tras su huida de los Estados Unidos, el legendario forajido Butch Cassidy y su amigo Sundance Kid murieron en Bolivia en 1908, en un tiroteo. Esto es lo que dice la versión oficial. Esta otra leyenda, en cambio, nos dice que Cassidy sobrevivió y que, después de vivir escondido durante veinte años, lo que deseaba era volver a su país. Sin embargo, cuando conoce a un joven ingeniero español que acaba de robar una mina que pertenece al ... [+]
15 de julio de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mateo Gil, guionista de Amenábar, nos ofrece un western. Y más aún, la trama viene a ser una continuación no confesa de "Dos hombres y un destino", de George Roy Hill que Paul Newman y Robert Redford, y que Gil quiere cerrar intentado dar una versión más realista.
Efectivamente, Gil a través de su guionista Miguel Barros plantean que el forajido Butch Cassidy no murió en el atraco al banco de Bolivia, sino que salió con vida y bajo la identidad de James Blackthorn, vivió apaciblemente en Bolivia, hasta que decidió volver a su país. Es entonces cuando comienzan a aparecer los fantasmas del pasado.
El realizador se plantea el film como una curiosa revisitación del western clásico norteamericano en su variante crepuscular. Pero con unos escenarios muy diferentes como son los polvorientos caminos de la Bolivia de principios de siglo XX, o el curioso paisaje del salar de Uyuni. Otro de los puntos fuertes del film es la presencia de un entregadísimo Sam Shepard, que se mete en la piel del maduro forajido y que sabe darle ese tono de sabiduría adquirida por la experiencia y la nostalgia de un tiempo y una época anterior, pero siempre manteniendo los mismos códigos de honor por los que se regía en sus tiempos de bandido.
Precisamente es nostalgia lo que destilan las imágenes de un film a realizado a contracorriente. Gil y Barros construyen una historia ágil y dinámica, no en extremo violenta, que intenta conjugar el pasado con el presente personalizado en el personaje de Eduardo Apocada (Eduardo Noriega), una especie de reminiscencia de Sundance Kid. Aunque en este sentido el personaje que mejor sabe transmitir el paso del tiempo es el que interpreta Stephen Rea, personificando aquel incansable agente de la agencia Pinkerton que perseguía a la pareja de bandidos.
La propuesta del realizador es una propuesta realizada desde la admiración, hecha por un admirador de un género ya extinto que se niega a desaparecer definitivamente de las pantallas. Hay que valorar la valentía de Gil en sacar adelante un proyecto tan a contra corriente, y mucho más teniendo en cuenta que lo hace en nuestro país, aunque con dinero y un reparto internacional. Pero esto no es óbice para no hablar de los defectos del film que los tiene.
El principal de ellos es su asepsia general. Shepard se esfuerza en dar profundidad a su personaje, y en gran parte el film se aguanta gracias a él. Pero el realizador no consigue acertar en todo momento con el tono que quiere imprimir a las imágenes y desaprovecha momentos como la persecución en el salar de Uyuni, o los últimos minutos del metraje, con la presencia de un Stephen Rea al que da la impresión que pedía algo más de espacio. En la forma que el realizador tiene de acercarse a la historia, buscando ser realista, no consigue transmitir la sensación que los tiempos han cambiado, que ya no hay honor ni códigos morales y que personajes como Butch Cassidy sólo tienen cabida en los cuentos y leyendas, de donde nunca debió salir.
manulynk
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow