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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
7
Drama Los Ángeles, 1962, Crisis de los misiles cubanos. George Falconer (Colin Firth), un maduro profesor universitario británico y homosexual, lucha por encontrarle sentido a la vida tras la muerte de Jim (Matthew Goode), su compañero sentimental. Encuentra consuelo junto a su íntima amiga Charley (J. Moore), que también está llena de dudas sobre el futuro. Kenny (Nicholas Hoult), un estudiante que se esfuerza por aceptar su auténtica ... [+]
1 de diciembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No cabe duda que el colectivo gay ha conseguido notables avances en los últimos años. A pesar de ello, aún queda mucho camino por recorrer. Un indicador evidente en este sentido es el cine. Es cierto que cada vez hay más personajes gays, pero también lo es que no son demasiados los que realizan un rol de protagonista. Incluso cuando es el caso, no pasa de la anécdota y son pocos los que se toman el film en serio.

A pesar de este "handicap", el realizador Tom Ford, conocido más en el mundo de la moda, al menos de momento, nos ofrece un film cuyo protagonista es George Falconer (Collin Firth), un maduro profesor de literatura inglesa, afincado en los USA de los años 60, quien encuentra que su vida está dejando de tener sentido tras la pérdida de su pareja, Jim (Matthew Goode). De hecho, la acción del film tiene lugar en un sólo día (con su noche). Claro que Ford, jalona todo el relato con numerosos "flashbacks", de modo que vamos conociendo detalles de la convivencia entre George y Jim poco a poco, para que entendamos la situación personal de George y los motivos que le llevan a pensar que ya no le quedan alicientes en esta vida.

Tom Ford trata de una forma "seria" y objetiva la relación entre George y Jim, de forma que es fácil que nos olvidemos de la homosexualidad de George, y lo que veamos en realidad es a una persona desgarrada por la pérdida de un ser querido sin el que la vida deja de tener sentido. A esto le ayuda sobretodo el texto original de Christopher Isherwood. Todo esto revestido de un verdadero ejercicio de estética, que demuestra que Ford se ha tomado muy en serio el aspecto visual del film. Sin duda, el anterior oficio del realizador ha sido una verdadera fuente de inspiración a la hora de elaborar el diseño de la película.

Y no nos hemos de olvidar de la entregada interpretación de Collin Firth, demostrando que puede realizar films mucho más dramáticos que las comedias a que nos tiene acostumbrados. Julianne Moore también destaca con su breve, pero intenso, papel.

A pesar de estos aciertos, el principal problema del film es la excesiva autocontemplación. La insistencia en el desgarro del personaje, aspecto sobre el que realmente gira toda la historia, hace que el espectador se distancie cada vez más de lo que está visionando. El esfuerzo en el apartado visual acaba perjudicando al resultado final de la película, dando justamente la impresión que el realizador se ha preocupado mucho más de la imágen, que del fondo de la cuestión, confiando en que la cara de sufrimiento de Firth hiciera el resto. Pero a pesar de ello, se echa de menos algo más de mordiente en unas situaciones claramente críticas, como son ciertas actitudes de la sociedad norteamericana de los años 60, las cuales son obviadas, casi esterilizadas.

La excesiva frialdad general que transmite el film, impide que el espectador se sienta conmovido por el dolor de George, un dolor sincero, de pérdida, pero que no nos acaba de llegar.
manulynk
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