Jerry Maguire es una buena película. Una notable película. Está concebida y hecha con elegancia, tiene un gran desarrollo de personajes y sin duda es la joya de la corona del particular subgénero de "drama deportivo" gracias a la pericia como guionista y director de Cameron Crowe y a sus afinadísimos actores. Cuba Gooding Jr ganó un Oscar por su papel, pero no es posible olvidar a Renée Zellweger antes de destrozarse la cara con los retoques y antes de su gran momento de los años 2001-2003, y por supuesto a uno de los mejores Tom Cruise que se recuerdan (antes también, en su caso, de reducirse casi en exclusiva al cine de acción o ciencia-ficción).
Sin embargo, hay una cosa que lastra enormemente la película, y es su indefendible duración. Dos horas y cuarto para contar una clásica historia de tiburón de los negocios que pierde todo lo que le importaba en su egoísta estilo de vida y descubre poco a poco las cosas verdaderamente importantes de la vida, como la amistad, la familia y el amor. Demasiado larga, con un ritmo demasiado lento a veces y a todas luces innecesario ese metraje.
Aun así, notable drama.

Lo mejor: Los actores (en especial Tom Cruise) y la elegancia de su planteamiento.
Lo peor: La duración. Injustificable.