Wind River viene a poner el foco en un tema de máxima importancia y de terrible urgencia: la violencia desatada que sufren las mujeres indígenas en Estados Unidos y Canadá, muy superior a la que puede sufrir cualquier otro ciudadano, y que muchas veces no es reportada a la policía y, por supuesto, queda impune.
Taylor Sheridan, laureado guionista de Comanchería, filma su segunda película como realizador y lo hace con brillantez, con un tono a medio camino entre el Fargo de los hermanos Coen y Prisioneros, de Denis Villeneuve. La nieve, los parajes inhóspitos, el aplastante silencio que cubre los crímenes, todo ayuda a contar una historia impactante y entretenida que une la tragedia de los protagonistas a la de las mujeres asesinadas. A destacar también la química fantástica entre Jeremy Renner, perfecto para este tipo de roles de hombre atormentado, y Elizabeth Olsen, ambos veteranos del Universo Marvel.
Impactante y dramática.

Lo mejor: Su mensaje y su estilo, frío como los paisajes de la reserva.
Lo peor: Que no haya tenido más repercusión.