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Voto de Sibila de Delfos:
10
Romance. Drama Jane Eyre, una muchacha educada en un orfanato y de triste infancia, es contratada por Edward Rochester para trabajar como institutriz de una niña en Thornfield House. La aislada y sombría mansión, así como la inicial frialdad del dueño de la casa ponen a prueba la fortaleza de la joven. Sin embargo, poco a poco empieza a enamorarse de él. (FILMAFFINITY)
28 de octubre de 2011
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que no conozco en absoluto la filmografía previa de Cary Fukunaga. De hecho, en mi posible ignorancia, jamás lo había oído nombrar antes de saber de su versión de Jane Eyre.
No obstante, lo que sí conozco es la novela de Charlotte Brönte.... sé lo que hace sentir, lo que enseña, lo que emociona.... y el gusto enorme que da encontrarse con una buenísima adaptación de la misma.
Por sacarle algún defecto a una película brillantísima, podría decirse que, en algunos momentos, el guión se queda muy a medias de todo. Evidentemente, las tramas están resumidas, y todo lo que ocurre en la novela no se ha podido incluir, pero de vez en cuando la escritura falla en la transmisión de toda la intensidad del momento original. Se me viene a la cabeza el descubrimiento del tormentoso secreto de Rochester, o ese final tan abreviado que no explica lo que ocurre después del fundido a negro.
Pero quitando esos mínimos defectos, el guión de Moira Buffini es un admirable y excelente compendio de la excelsa prosa de Brontë (con enormes aciertos, como repartir la parte menos interesante de la novela, que es la estancia de Jane con los Rivers, en secuencias a lo largo y ancho del metraje, entremezcladas con flashbacks), y además se ha trasladado a imágenes con una elegancia y un lujo exquisitos. Cosa poco sorprendente, tratándose de la siempre impecable industria cinematográfica inglesa. En concreto, la habilidad de Adriano Goldman con la cámara es digna de pasar a los anales, con ese uso de los colores para recalcar las emociones de los personajes, y el magnífico aprovechamiento de la luz de las velas y las luces y sombras que provocan.
Pero si por algo merece pasar a la historia esta revisión de una obra inmortal es por la emoción que transmite. Todos somos uno con Jane... y no sólo con ella. Rochester, St. John, Mrs. Fairfax y todos los personajes se nos antojan cercanos, comprensibles, dignos de lástima. Y éso ocurre gracias a la bellísima música de Dario Marianelli, que viste a las imágenes con unas notas de seda pura, y a la labor de los intérpretes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sibila de Delfos
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