Pues sinceramente, yo no le he visto nada a esta película.
Entiendo que Netflix tiene que vender sus productos, pero ¿dónde está aquí la maravilla de la que hablaba todo el mundo y la propia publicidad de la plataforma? ¿Dónde está el bello retrato generacional? ¿Dónde está la historia sensible y que llega al corazón? Yo lo único que he visto es una soporífera historia a cuatro bandas, sin ningún interés, sin que se produzca ninguna identificación con los personajes (a juicio de quien escribe, unos niñatos bastante petardos e insoportables).
Se lleva un tres por el esfuerzo de Pol Monen, Jaime Lorente, Andrea Ros y María Pedraza, que hacen lo que pueden, los pobres, por dignificar esto. Lo demás es la nadería más absoluta.