Resulta difícil encontrar películas tan desastrosas como Capitán Trueno y el Santo Grial.
No hay nada que funcione. Ni el ritmo (llega a ser incluso aburrida en muchos ratos), ni la realización de Antonio Hernández (torpe a más no poder, especialmente en las escenas de acción, donde es imposible ver nada ni disfrutar con las luchas... hay que empezar a pensar que la flauta sonó por casualidad en Los Borgia y sobre todo en esa obra maestra que es En la ciudad sin límites), ni los actores (todos terribles y desentonadísimos, especialmente Manuel Martínez y Natasha Yarovenko; solo se salva Asier Etxeandia) ni por supuesto uno de los guiones más pobres y estúpidos que se recuerdan en una película patria. Bueno, o película en general. La cinta a la que más recuerda, por su cutrez y desvergüenza, es El niño invisible, aquella peliculita al servicio de los Bom Bom Chip que sin embargo resultaba mucho más entretenida y encantadora que esta.
No pierdan su valioso tiempo.

Lo mejor: Ehmm.... ehm..... pues.... ¿los paisajes naturales que aparecen? ¿Asier Etxeandía, por su nombre y probadísima excelencia como intérprete?
Lo peor: Prácticamente todo lo demás