El regalo es un thriller muy aceptable dirigido con buena mano por el actor Joel Edgerton en su debut como realizador. Se agradece que el australiano le de además la oportunidad a Jason Bateman para demostrar que es mucho más que un actor cómico de esos que inspiran ternura y buen rollo. De rebecca Hall queda poco que decir, porque es una de esas intérpretes no demasiado famosas (ni falta que le hace) y nada estrella que hace fácil el difícil arte de interpretar. El propio Edgerton está también fantástico en su rol de inquietante ser casi fantasmal.
Aun así, aunque la narrativa es buena y la sensación de angustia e impotencia del matrimonio protagonista ante el sutil acoso del personaje de Edgerton se transmite eficazmente a la platea, tampoco hay gran cosa en la película que permita coronarla como una de las mejores del año o como un thriller inolvidable. No es especialmente inquietante, y aunque el final es muy valiente y ciertamente soberbio, el camino hasta llegar a él no llama demasiado la atención.
Correcta, sin más.

Lo mejor: La sensación de angustia de los personajes, que se transmite al espectador.
Lo peor: Podría haber sido mucho más inquietante y clara en su desarrollo.