Esta película confirma definitivamente que el cuarteto Ron Howard-Brian Grazer-Akiva Goldsman-Russell Crowe funciona a la perfección. Ya quedó intuido en Una mente maravillosa,a pesar de la tediosidad de la primera parte donde no salía la genial Jennifer Connelly, pero Cinderella Man resulta la demostración de que Howard es un excelente narrador de historias y Goldsman convierte sus ideas en un excelente guión lleno de diálogos memorables (todos los momentos entre Jim Braddock y Joe Gould). Además,se nota y se agradece que lo que más interesa a los responsables no es la faceta de boxeador de Braddock y sus eternos combates, sino su vida familiar y su lucha por salir de su complicada situación. Los actores están simplemente geniales: Crowe hace suyo el personaje con un enorme sentimiento y Giamatti demuestra que lo de Entre copas no fue casualidad con una interpretación divertida y emotiva a la vez. La excepción es una apática Renee Zellweger,que se queda muy atrás con respecto a sus compañeros,pero ya se sabe, la maldición del Oscar acaba llegando tarde o temprano. En definitiva una inmensa película cuyo único pero son las veladas de boxeo,demasiado largas para los no aficionados como yo. Un 8.