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Voto de Sibila de Delfos:
8
Comedia. Drama Tres personas que ingresan en una clínica de desintoxicación para adictos al sexo deben seguir un programa que comprende doce pasos. (FILMAFFINITY)
2 de junio de 2014
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stuart Blumberg tiene una habilidad especial para mezclar ingredientes de forma que incluso lo más tópico suene a nuevo. Eso ocurre porque sus diálogos son frescos, nada cursis, naturales y presentan a personas reales con problemas muy reales. En Amor sin control se atreve a hablar de la adicción al sexo para mostrarnos que las personas que sufren esta enfermedad son seres normales que necesitan cariño, amor y amistad tanto como los no adictos. El retrato es respetuoso, divertido y tierno, aunque sin pasarse nunca con ninguna de las dos últimas cosas. Funciona muy bien y deja un excelente sabor de boca cuando termina porque el espectador es consciente de haber visto una película inteligente con personajes reconocibles y situaciones creíbles que entretienen y emocionan (atención a las miradas de Neil y Dede en la pista de baile o toda la trama familiar de Mike y Katie con su hijo ex-drogadicto Danny).
Blumberg escoge además un reparto inmaculado, con el siempre excelente Mark Ruffalo a la cabeza (qué tesoro de actor), capaz de dar vulnerabilidad y arrojo a su personaje. Gwyneth Paltrow no solo está estupenda físicamente sino que además pocas veces ha estado tan simpática,encantadora y carismática en la pantalla. No recuerda a ningún otro personaje que haya interpretado, no recuerda a Gwyneth Paltrow, sino simplemente a Phoebe y eso sólo lo consiguen las mejores. Josh Gad es una gran sorpresa, recordando al mejor Jack Black, que fue el de The Holiday, y clavando un personaje complicado (atención a cuando usa el metro al final de la cinta).Tim Robbins y Joely Richardson forman una estupenda pareja que se convierte en trío con el complejo personaje de un estupendo Patrick Fugit. Pero la gran revelación es Alecia Moore. La excelente cantante demuestra aquí tener mucha madera de actriz. Exhibe una naturalidad y una alegría contagiosas y tiene a su cargo los mejores momentos cómicos de la cinta (ver su primera confesión en la terapia o cuando llama a Neil porque está a punto de recaer).
La película no es perfecta y no se lleva el sobresaliente por dos razones. La primera es que le falta siempre un pasito hacia la excelencia, un punto más de sentimiento y emotividad que sí tenía el guión que Blumberg escribió con Lisa Chodolenko para Los chicos están bien. A ratos también la narración se olvida de algunos personajes, especialmente Dede y Neil, pero lo peor es que le sobran minutos. Concretamente los minutos dedicados al absurdo, surrealista y de muy mal gusto episodio de Adam y Becky en el apartamento del primero, una secuencia demasiado larga que no aporta nada y no se sabe muy bien por qué ocurre.
El final también parece algo precipitado (por ejemplo en la conversación entre Adam y Phoebe en el parque, que parece cortada sin ton ni son), pero se puede decir que Amor sin control, o Thanks for sharing (un título mucho más acertado) es una gran "dramedia" que merece ser apreciada y descubierta como una de las más sinceras y valientes comedias del reciente cine americano. Puro toque Stuart Blumberg.

Lo mejor: Los actores. Todos sin excepción y muy especialmente Ruffalo, Gad, Richardson y Moore. Y por supuesto la parte dramática del guión.
Lo peor: El episodio de Beckyy Adam en el apartamento y el paso que le falta en emotividad para ser sobresaliente.
Sibila de Delfos
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