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Voto de Sibila de Delfos:
5
Terror. Fantástico. Drama Sara acaba de llegar a Los Ángeles y, aunque al principio se siente aislada entre sus nuevos compañeros de instituto, pronto entabla amistad con tres chicas con las que no sólo comparte la pasión por las ciencias ocultas, sino también poderes especiales. (FILMAFFINITY)
9 de noviembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que Jóvenes y brujas es una cinta de culto está claro. Si no, no hubiera tenido esa especie de remake/secuela que ha visto la luz este año, pasando totalmente desapercibida.
También está claro que, si ya has visto un remake de Jóvenes y brujas y recuerdas su estreno en el 96, es que te estás haciendo mayor. Acéptalo.
Vista hoy, la película de Andrew Fleming tiene algo, eso está claro. Quizá sea su cutrez innata, su catálogo de bichos y cosas asquerosas, o lo glorioso que resulta ver a Assumpta Serna (¿Cómo terminó en esto, cabe preguntarse?) como bruja buena y mentora de las cuatro jovencitas, que les advierte de lo peligroso que puede ser perder el control sobre las fuerzas ocultas... como de hecho ocurre, claro, porque si no no habría película. Sin embargo, quitando su innegable encanto camp, hay que reconocer que es una película que da sensación de equivocación. Apuesta por el lado más fantástico/terrorífico de la propuesta, cuando del mismo punto de partida (cuatro adolescentes marginadas en su instituto y marcadas por diversas circunstancias traumáticas, que descubren que tienen poderes mágicos y se adentran en el tenebroso mundo del ocultismo) podría haber salido un gran drama criminal (si les interesa, busquen información sobre el crimen de Christa Pike, o los llamados "Lillelid murders").
Pero no. Jóvenes y brujas es una propuesta desquiciada y totalmente absurda, que sin embargo el guión y tres de sus actrices se toman con demasiada seriedad. Ni siquiera se aprovecha bien un interesante trasfondo sobre el bullying, y cómo los más machacados a veces terminan por convertirse en tiranos de otros, y el resultado es una mezcla enloquecida de terror y fantasía. Como decimos, Robin Tunney y Rachel True están tan serias que es difícil divertirse con sus personajes. Neve Campbell tuvo entre con película y sobre todo Scream el principio de su única época dorada, desde el 96 hasta el 2000, más o menos, ara después caer en el ostracismo, aunque hay que reconocer que como "scream queen" se maneja a las mil maravillas. Por suerte, ahí está también Fairuza Balk, la única que parece comprender en qué clase de película está, con una interpretación deliciosamente alocada y siniestra que aprovecha el hecho de que ella ya de por sí resulta bastante siniestra (véanla en American History X también) y aporta muchísimo humor.
En definitiva, una propuesta graciosa (no siempre intencionadamente) y con suficientes elementos como para alcanzar ese estatus de culto que tiene hoy.

Lo mejor: Fairuza Balk, apoteósica (ver todo su tour de force final), y lo bizarra y alocada que es.
Lo peor: Desperdicia continuamente su potencial para haber sido más dramática y verdaderamente terrorífica.
Sibila de Delfos
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