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Voto de Sibila de Delfos:
7
Romance. Comedia Oliver (Richard Coyle) es un conocido periodista gastronómico de Dublín en plena crisis sentimental. A pesar de que su columna sobre el buen comer y la búsqueda del alma gemela es un éxito en Irlanda, su vida amorosa es un desastre: todas sus relaciones acaban en fracaso. Cuando su última pareja lo abandona, conoce a Bibiana (Leonor Watling), una comisaria de arte española por la que Oliver se siente atraído desde el primer momento, a ... [+]
15 de septiembre de 2014
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amor en su punto es dos películas en una.
La primera, la del romance entre Oliver y Bibiana, es una cinta deliciosa, romántica, muy simpática y llena de momentos de pura magia cinematográfica, como el del restaurante a oscuras (secuencia tremendamente original) o cada uno de los momentos que comparten los protagonistas, incluyendo su muy divertido primer encuentro. Es un modelo de buena comedia romántica, la que no necesita ser cursi ni simplona para agradar y resultar bonita. Se beneficia además del excelente trabajo de un Richard Coyle tremendamente natural y encantador y una Leonor Watling que da una patada donde más duele a muchas de las actrices que han intentado ser protagonistas de comedias románticas, principalmente porque es mil veces mejor actriz y tiene mucha más naturalidad. Se agradece también esa normalidad en sus diálogos, ese algo tan del día a día que hace muy creíble el romance.
La otra película es la que empieza una vez Bibiana hace una sorprendente proposición a Oliver mientras están en casa de los padres de él. Ahí es donde la comedia de Teresa de Pelegrí y Dominic Harari empieza a patinar y a caer a plomo en su interés y ritmo. Es ahí, cuando el foco deja de estar en la pareja principal, donde el guión pierde comba y se pierde casi sin remedio en un mar de situaciones no muy divertidas (la película tampoco es el culmen de la carcajada, todo sea dicho) y poco interesantes para el espectador.
Menos mal que el epílogo, absolutamente maravilloso y tierno a la par que original y nada tópico, devuelve a Amor en su punto la magia de que había gozado en su primer acto. Más que recomendable.

Lo mejor: Watling, Coyle y su ejemplar romance.
Lo peor: El bache una vez el foco abandona a la pareja principal.
Sibila de Delfos
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