Siempre a tu lado es una película perezosa, muy perezosa.
Perezosa en su argumento, que lo hemos visto mil veces y no tiene nada de estimulante (clásico triángulo amoroso de toda la vida, ambientado además en el siempre poco cinematográfico campo del periodismo), y muy perezosa en su forma. Tiene un aspecto de sitcom televisiva terrible, tanto en sus decorados como en la realización plana de Tony Goldwyn. Después ha hecho muchísima televisión y se nota que es su campo.
Quien no está en su campo ni de casualidad es Greg Kinnear, que pese a ser un excelente intérprete, navega por estas aguas algo perdido. El personaje que tiene, tan poco simpático, tampoco ayuda. Así, lo mejor y lo que la salva de la quema es sin duda la excepcional química entre una Ashley Judd que jamás estuvo tan encantadora y simpática y un Hugh Jackman en sus comienzos hollywoodienses, recién salido de su primer Lobezno, que está no sólo atractivísimo y guapísimo, sino sobre todo muy carismático y lleno de fuerza en la pantalla.
Pasable y recomendable sólo para los más fans de Judd y sobre todo Jackman.

Lo mejor: Ashley Judd y Hugh Jackman, una buena pareja con mucha química.
Lo peor: Es televisiva a más no poder y está más vista que el tebeo.