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Voto de Sibila de Delfos:
8
Drama. Comedia. Romance Mark O'Brien (John Hawkes), poeta y periodista tetrapléjico y con un pulmón de acero, decide que, a sus 38 años, ya es hora de perder la virginidad. Con la ayuda de su terapeuta y la orientación de un sacerdote (William H. Macy), Mark se pone en contacto con Cheryl Cohen-Greene (Helen Hunt), una profesional del sexo. (FILMAFFINITY)
22 de febrero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las sesiones es una película de esas que podemos llamar indudablemente "bonitas".
Cuenta una historia conmovedora, de esas que hacen creer en la grandeza del ser humano y el poder del amor y la solidaridad. El guión rebosa cariño, ternura, sensibilidad y un señorío que la eleva por encima de las miles de películas de sobremesa sobre temas parecidos que pueblan las televisiones. Es entretenida, emotiva, divertida muchas veces, y pone en pantalla escenas de sexo explícito con enorme naturalidad y elegancia.
Por supuesto, la película sube hacia arriba gracias al excepcional trabajo de los actores. no se debería olvidar la presencia de Moon Bloodgood, fantástica en las escenas en que explica al recepcionista del motel el contenido de las sesiones y jugando con un personaje con mucho encanto, a pesar de su inicial brusquedad. William H. Macy está, como siempre, enorme. Pero son John Hawkes y Helen Hunt los que hacen de Las sesiones una cinta inolvidable. Hawkes porque, sin poder moverse, lo dice todo sólo con los ojos, la voz y la sonrisa, mostrando a la vez fragilidad y fortaleza. Y Hunt porque está encantadora y aneja las emociones a la perfección sin exagerar y resultando inmensamente natural. El trabajo de ambos, juntos y por separado, es de una valentía sobrecogedora, y presenta una desnudez emocional pocas veces vista, y mucho más impactante que la física.
En definitiva, una película preciosa, que merece la pena ser vista, porque nos recuerda que las personas discapacitadas, a las que tan a menudo se olvida, son seres humanos con las mismas necesidades de atención, cariño, trabajo, dignidad y amor que el resto. Y sí, también de sexo.

Lo mejor: El encanto que desprende toda la historia, y el excepcional trabajo de Hawkes y Hunt.
Lo peor: Tiene mucho tufillo a telefilme de sobremesa, y es una de esas películas que no admiten lugar para la duda o la discrepancia, tan emotivo y encantador es lo que cuenta. Y, la verdad, otras películas de 2012 son mejores.
Sibila de Delfos
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