Interesante coproducción entre España y Argentina, que no está precisamente "basada" en hechos reales, sino que, como nos indican al comienzo de la cinta, está "inspirada libremente" en ellos. Es decir, que se han introducido hechos, diálogos y acontecimientos de la propia cosecha de su realizadora, a la sazón también guionista del film junto a Luis Marías.
El resultado, pues, desde el punto de vista estrictamente histórico es dudoso, no sabiendo yo exactamente lo que pasó por lo que debo centrarme en la película en sí.
Y me ha gustado. Había leído algo someramente, poco positivo antes de verla. Como que no la ponían bien, sin más.
Y al comienzo me ha costado entrar en materia, no en vano, la dicción de algunas intérpretes, su manera de hablar, rápido y en deje gallego, se me ha hecho difícil, pero poco a poco he logrado entrar en la historia hasta si no apasionarme, sí interesarme de veras.
Y es que mezcla la intriga, el thriler, la investigación policial y periodística, el costumbrismo de un lugar precioso pero inhóspito al mismo tiempo, junto a un drama humano donde las desigualdades sociales y la represión sexual unida a la ignorancia educativa imperante, mellan la vida cotidiana y expectativas de unas humildes gentes trabajadoras y abnegadas.
La película va ganando en intriga y tensión dramática, con momentos muy logrados como la escena "amorosa" entre la protagonista (excelente Nerea Barros) y el farero. Por su parte, el papel de periodista lo borda, con su ironía, sorna y sagacidad, el gran Darío Grandinetti.
Preciosa fotografía de Aitor Mantxola a toda pantalla, muy buen sonido y vestuario. El único pero es la credibilidad en cuanto se nos cuenta, pero como ya he comentado, se trata de una "inspiración libre" de lo realmente acontecido, así que, en efecto, deja muchas dudas y preguntas que hacer, pero es el camino escogido por los creadores del film, así que...

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