LO MEJOR: Hipnótica, con imágenes de una potencia subyugadora. Rostros imposibles. Gran fotografía y planos. Perturbadora mezcla de sonido, muy acorde con las caóticas y asfixiantes vivencias del protagonista y justificada argumentalmente. Una película de guerra sin batallas y, aun así, es mucho más desgarradora que cualquier otra. Muy poética a ratos. La penúltima escena es un alarde brutal de puesta en escena y diseño de producción…

LO PEOR:... pero la última sobra por completo (20 min.) obra de un gobierno deseoso de justificar la matanza sistemática de oficiales que practicó el ejército ruso, propaganda. A ratos decae. Puntuales efectos visuales “a lo ruso”.