Me parece raro estar escribiendo una crítica después de haber permanecido tanto tiempo sin siquiera pensarlo, pero... pero. Esta película la fui a ver de forma totalmente casual, luego de haber ganado la pelea entre las taquilleras increíbles y deadpool por una cuestión de horarios, debates entre amigos y nada más.
Mis amigos que tuvieron la no tan agradable oportunidad de acompañarme, estaban esperando los típicos sustos repentinos y trillados con el cual califican a una película de este género como aterradora o no.
Sin embargo, al poco tiempo de empezar yo ya veía venir una película desligada de esos típicos estereotipos en el que yacen la mayoría de las películas de terror modernas. La manera lenta, densa, fría, penetrante, misteriosa y escalofriantemente tensa en el que se desarrollan los personajes, las escenas, y la historia en general es lo que yo considero como verdadero horror. Una atmosfera escalofriante que simplemente no hacia mas que expanderse y penetrar en lo mas profundo de tu cuerpo y mente me hicieron vivir una de mis experiencias mas perturbadoras que tuve frente a la gran pantalla, un gran acierto en todos los aspectos técnicos, en las actuaciones y la forma en que trascurre todo. Hay muchas escenas extremadamente aterradoras y duras, pero hay unas selectas que pasan a ser, desde mi inexperenciado punto de vista pero a la vez el único que confío plenamente, parte de la retorcida historia del cine de terror, escenas que, aunque suene raro, agradablemente llevaré de forma consciente por el resto de mi vida.
El exorcista del siglo XXI, una película que requiere mas de un visionado, pero que con uno solo bastará para comprender lo que es el terror en su estado mas puro.