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España España · Barcelona
Voto de Tombol:
5
Cine negro. Thriller Frank McCloud (Humphrey Bogart) es un veterano de guerra que viaja a Cayo Largo, en Florida, para visitar al padre (Lionel Barrymore) y a la viuda (Lauren Bacall) de un compañero muerto en combate. Pero su estancia se complica, ya que en su hotel se aloja también una banda de gángsters que, aprovechando una fuerte tormenta, los toman como rehenes. (FILMAFFINITY)
25 de abril de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Qué cosas! ¡Recuerdo esta película de mi juventud como algo mítico! ¡La recordaba maravillosa! ¡Seguro que la hubiera puesto entre mis 10 mejores!

La volví a ver hoy. ¡Qué decepción! ¡Cómo es posible tal sobrevaloración! ¡Quién la ha aupado a los altares!

Sube la marea hasta el entarimado
¡Compre usted en el mercado!
Albricias, con un tongo hemos topado
¡Silencio en la grada, camino allanado!

No le quito a Huston, la manufactura de sus piezas demuestra que debía de rodearse de gente de primera, de artesanos del celuloide. Y los artistas de la actuación lo debían saber, las mejores firmas a sus pies, oyes.

Los grandes Robinson, Bogart, Bacall, ellos y ellas llenan la pantalla. ¡Qué miradas! ¡Con qué garbo! ¡Escena mítica! ¡Bella y bravo! Mas... no solo del elenco vive el cine, sino de todos sus elementos sincronizados para alcanzar un fin superior.

Subamos al barco, amigo Di Marco,
alzamos el mástil, al viento retráctil,
no quiero perderme, las musas les temen,
camino a la gloria, me suena a Fangoria.

Cayo Largo tiene un argumento corto. Tiene una enjundia corta. Tiene algunos personajes cortos. Tiene una imaginación corta. Presenta un desafío corto. Corta es su profundidad. Tira demasiado de "recortá".

LO PEOR: Fueron dos misivas encubiertas en el guion. Una, que hacía referencia a algo así como que "hemos hecho la Guerra Mundial para acabar con gentuza tipo J. Rocco" (el personaje de E.G. Robinson). Dos, que venía a decir que era preferible morir a permitir que el Sr. Rocco se saliera con la suya. Pues no, no voy a explicar porqué me resultan tóxicas dichas afirmaciones, dedúzcalo usted.

Me tomo tu copa, amigo del alma,
el mar me provoca hastío y derrama,
conduzca usted muerto, habrá emolumento,
le rompo la crisma, "o rei" no te creo.

Hay que hacerse cargo. Después de la Guerra Mundial la gente no estaba para pensar mucho. Y encima, eran los principios del cine, la gente alucinaba simplemente con ponerse delante de una pantalla.

Mis últimos cinco "disparos":
1.- E.G.Robinson y el efecto que le provocaba el huracán: ¡Vaya líder!.
2.- La borrachina amiga de Rocco: Lo que es capaz de hacer aún estando ebria.
3.- El policía que sigue a los indios: Aquel tiene derecho de pernada, o de lo que sea, por lo que se ve.
4.- Humphrey, soldado: Cómo no, y del equipo ganador.
5.- Bacall: Quizás muy joven para un "lengüetazo" con Bogart

¡Qué peligro tengo con los clásicos! ¡Se me salvan pocos! ¡Y eso que los encuentro más dignos que la mayoría del cine contemporáneo! ¡Sobre todo en la cuestión del reparto!

Detalles que me gustaron: a) El afeitado que le hacen a E.G.Robinson; b) los primeros planos que trabaja el bueno de Huston; c) el elegante blanco y negro, acentuando el blanco de Bogart y Bacall y el negro de Robinson.


Aún así le tengo cariño. ¡Un 5,1!
Tombol
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