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España España · Barcelona
Voto de Tombol:
6
Romance. Drama Frederic está felizmente casado y espera su segundo hijo. Da paseos por París y cultiva su imagen de seductor tranquilo. Un día entra en su despacho Chloé, la antigua novia de un amigo suyo que destaca por sus costumbres nada timoratas. Chloé entra y sale continuamente de la oficina y de la vida de Frederic hasta incitar su curiosidad. Frederic encuentra un trabajo para ella y eso es una excusa para visitarla a menudo. Ella decide ... [+]
18 de febrero de 2022
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diez reflexiones que me provocan "El amor después del mediodía":

1ª Rohmer trató toda su carrera cinematográfica de desentrañar el tema del amor. El amor como atracción sexual, y quizás como atracción de algo más también. Encontró un filón pues no tuvo que salirse del carril en ninguna de sus películas. ¿Encontró al final alguna respuesta? evidentemente no, pues sino no habría repetido tema hasta la saciedad.

2ª En "El amor después..." más de lo mismo, el tema planteado desde una nueva situación. La situación abarca las relaciones extramatrimoniales, la rutina de las relaciones, la fidelidad, la poligamia, etc. Todo viene a ser lo mismo. Un tema, a priori, tan complejo como lo es el propio ser humano. Rohmer sabe sacar partido de esa complejidad, de eso no cabe duda.

3ª Hubo una época en que me resultaba más atractiva esta temática. Está claro, era cuando uno es más joven, el deseo está a la vuelta de la esquina, la carne está más trémula que nunca, no solo me refiero a los 20 años, está claro. Pero el paso del tiempo en uno mismo pasa factura al ver películas de esta temática y con este estilo, son temporales, circunscritas a una edad de la piel. Por tanto son finitas... menores de alguna manera. Me lo parece.

4ª Le reconozco a Rohmer cierta magia. Sabe envolverte desde lo más mundano, te mece con lo más trivial y simple... y a la vez te va empapando de esos personajes tan pequeños pero que al conocerlos los vas haciendo tuyos, vas empatizando con sus realidades.

5ª Y también me sorprende que, desde esa apariencia de cine básico, Rohmer nos trufe de brillantes efectos fílmicos, pequeñas elipsis, tomas con calado. Todo un abanico de simbolismos e intenciones bien insertadas que refuerzan todo el argumento central.

6ª Para entrar en Rohmer es obligado armarse de cierta paciencia. De permitirle ir entrando en tu psique con sus instrumentos "quirúrgicos", sino caerás en el sopor más fulminante. Tienes que poner de ti bastante, o tener idolatrado al director hasta el punto de entrar desde el principio suficientemente estimulado.

7ª Para muchos Rohmer desarrolla auténticos tratados filosóficos. Para mí, a día de hoy, su filosofía no me parece de tanto nivel, sí le reconozco sensibilidad para mostrar con finura ciertas cuestiones humanas. De todas formas, sus personajes, y si no revisar "El amor después...", están demasiado perfilados desde el psicologismo más analítico, estudiado, creado en el despacho de trabajo de Rohmer.

8ª Lo que veo va dirigido sobre todo a la mente del espectador, no a su corazón. Y es que el corazón tiene las respuestas que no tiene la mente. Por eso las películas de Rohmer son amables, porque te dejan salir indemne de la sala de cine.

9ª Rohmer plantea todo como observándolo desde un microscopio. Pero no tiene en cuenta el "plancton", "la masa celular", el "medio molecular". No estudia el efecto de nuestro modo de vida "civilizacional", no observa el tema relacional de parejas desde una perspectiva de interrelación con otras muchas cuestiones, como son la vida en esos habitáculos inhumanos que son las ciudades, como es la distrofia mental creada por los aparatos de aleccionamiento social (escuelas, medios de comunicación, aparatos de ocio), como es el aislamiento del individuo respecto de sus iguales (fomentado indiscriminadamente de diversas formas). Rohmer va a lo básico, y aunque su discurso contiene ciertas verdades, resultan en el fondo mutiladas, le falta verdad profunda.

10ª Pues sí, el amor hoy día está completamente condicionado por nuestro modo de vida y los elementos que el sistema político y social nos ha impuesto. Es ésta una verdad incuestionable, yo diría que de cajón. Y si por tanto es verdad, nos deja a Rohmer como un teórico, no como un sabio, pues lo que nos plantea son supuestos irreales, en los que una parte vital de la ecuación está amputada. Y resulta que es la parte que más problemas le podría dar a él como director.


Con todo, "El amor después..." tiene su propia belleza. No tanta como los fanáticos del director francés nos quieren hacer ver, a mi entender. Un 6,2.
Tombol
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