De cuando los autores empezaron a decidir que era la repanocha y el summum de la creatividad más fértil que la película la acabaras tú.

Ya sé que yo no soy más que un imbécil incapaz de encontrar las respuestas por mí mismo y que preciso de la ayuda de cineastas magnánimos que me lleven de la mano y me ayuden a cruzar las carreteras hasta con semáforo en verde pero, luego, no vayáis de incomprendidos ni os quejéis de que el público os da la espalda en vuestras propuestas. La solución es muy sencilla. Si queréis que los imbéciles os acompañen en vuestras excursiones, ( y es lo que queréis, no vayáis de divos) no tendréis más remedio que concluir lo que habéis empezado porque si no, os vais a quedar más solos que la una.
Ni he leído la novela en la que se basa ni he visto su remake norteamericano " Bajo sospecha" que, al parecer, es inferior a ésta. Por lo tanto no estoy condicionado de ninguna de las maneras y mi mente partía de cero cuando me he acercado a esta historia.
La trama me ha enganchado en seguida.
Un exitoso e influyente abogado ( Michel Serrault), descubre el cadáver de una niña y lo denuncia a la policía.
Lo que comienza como un trámite en la que el testigo presta declaración de los hechos se va enredando cuando el policía que le interroga ( Lino Ventura) va relacionando ese crimen de violación y asesinato con otro cometido anteriormente y en el que el abogado también aparecía por las inmediaciones. La inconsistencia de las respuestas del interrogado hacen que su testimonio genere muchas dudas, por lo que el denunciante pasa a convertirse en el principal sospechoso.
La película parece una obra de teatro. Policía, sospechoso, despacho de comisaría y muy pocos personajes más.
Eso a mí no me importa en absoluto. Las actuaciones son muy buenas, perfectamente ejecutadas. Lino Ventura es grandioso y los diálogos fluyen con inteligencia y fuerza, Se crea tensión e intriga por lo que sucede y el tono va in crescendo ( sí hay una sensación de un poco de chapa innecesaria pero la trama construida a modo de duelo de inteligencias es lo suficientemente atractiva como para obviar esa cierta densidad). El juego del gato y el ratón siempre funciona. Sobre todo cuando nunca estás seguro de quién es el gato y quién el ratón. Yo estoy metido en el caso hasta el tuétano y lo estoy pasando muy bien.
La aparición de Romy Schneider ( que no sucede hasta los tres cuartos de hora de metraje por lo menos) es corta pero su papel es vital en la historia para darle un nuevo giro y plantear nuevas incógnitas y ninguna certeza. Me ha encantado también.
Pero es que el finaaaaal...! Me cago en la " *******************" del finaaaal. ¿Cómo nos pueden hacer esto?.¿ A vosotros os ha quedado claro el final?. ¿O se os ha quedado la misma cara de pánfilos que a Lino Ventura y que a mí?