Que sí, que sí, que la película comienza al estilo de muchas de la época...Con el empirigotado jefazo agente gubernamental vendiéndonos desde su lujoso despacho del departamento del Tesoro la increíble y encomiable labor altruista, desinteresada y patriótica que ejercen para el pueblo persiguiendo a las más peligrosas asociaciones criminales del país, pasándonos a relatar las hazañas de dos bravos agentes que se infiltraron en una banda de falsificadores de moneda.
Pero qué quieren. Vamos a reconocer que, exceptuando el innecesario autobombo de todos esos jerifaltes que creen mear colonia, el relato de los casos de infiltración, con el consiguiente peligro para los implicados, resulta siempre mucho más atractivo y trepidante que, yo qué sé, por ejemplo, si procedieran a relatarnos el caso de los obreros de una cementera que palman por tragar amianto o el de los mineros afectados de silicosis.
Así que, háganme caso y no tuerzan el gesto al comienzo del film. Tómenselo como se toman el inevitable anuncio publicitario, ( peaje obligatorio a pagar) y ya verán cómo, a partir de entonces, las cosas cambian.
Que Anthony Mann ( sí, sí, el de los westerns) nos ofrece un noir estupendo, magníficamente narrado y muy ilustrativo, con una primera parte que nos cuenta el proceso de selección y preparación de los dos agentes y la exhaustiva investigación que se realiza desde el departamento para averiguar dónde pueden comenzar a poner el cebo, hasta la operación de infiltración, que no se dará de golpe, sino que procederá por escalas.
Y no se crean que esta película es, simplemente, un buen relato policial, no, no. Mann nos ofrece escenas de altura, de las que se clavan en la retina y nos van a hacer sudar, nunca mejor dicho.
La fotografía así mismo es encomiable y también algunas interpretaciones.
Un único pero. Esa voz en off, a veces se agradece porque la trama es complicada y rápida y resulta ilustrativa en según qué cosas pero, otras veces, se hace cansina y sobra.
Y no se crean. Entrar en la organización es difícil pero anda que salir...