Cuando un hombre ha pasado más tiempo de su vida dentro de la cárcel que fuera de ella, la salida al mundo no se presenta fácil.
Steve Cochran, que compone un personaje magnífico, quiere empezar a vivir. Se merece empezar a vivir. Ya ha pagado su deuda y lo que busca en la vida es, simplemente, lo que los demás damos por supuesto. Pero si la cárcel tiene sus normas y su lenguaje, la vida en el exterior tiene las suyas y Cochran no tardará en descubrirlo...
Ruth Roman, también en una gran interpretación, no tardará en descubrir que este tipo es un poco pajarillo y querrá endosarle el muerto y algo más, solo que...
Estupenda cinta de cine negro en una historia magnífica de dos seres encadenados por las circunstancias y por cierta dependencia entre ellos ( bueno y por cierto tiro al pichón ), a los que la sociedad no dará tregua por mucho tiempo.
Hay un cambio en mitad de la cinta y lo representa Ruth Roman. Su personaje cambia mucho y ésto hace que al espectador se le rompan los esquemas en un primer momento. Sin embargo la segunda parte del film, adquiere su importancia y su drama con la aparición de los personajes del matrimonio amigo que van a aportar un sesgo muy interesante al film. Así, aunque considero como un defecto esa brusca transformación, no creo que le reste un ápice al interés de la película. Al revés, toda esta parte dramática tiene una gran sensibilidad y también gran suspense, así que sí. Una gran película. De notable alto.