Estupendo drama judicial, que se desarrolla dentro del poco transparente ejército de los EEUU, en el que juzgan a dos marines de la base de Guantánamo, acusados de asesinar a un compañero, considerado entre sus filas como un delator.
Los altos cargos, encargan el caso a un abogado( Tom Cruise ), licenciado en Harvard y con fama de resolver los pleitos rápidamente mediante acuerdos, algo que conviene al ejército.
Pero Demi Moore, otra abogada del ejército, oficial de asuntos internos, mete las narices en el caso, pues tiene razones para suponer, que el caso implica a altos mandos del ejército.
No se puede negar que Rob Reiner, dirige con precisión y maestría, un film que desde el principio hasta el final, te mantiene pegado al televisor. El guión es magnífico, con diálogos memorables y si bien es verdad que hacia el final, como toda película americana, no pueden evitar hacer concesiones para declarar esa institución como garante del honor, la justicia y demás, también es verdad, que nos ofrece una pequeña crítica y reflexiones sobre la ética de los soldados, el sentido de las jerarquías y la prioridad moral que debe prevalecer, frente a la obediencia ciega.
Cine pues, quizá no perfecto, pero hecho con brío y con oficio, que nos proporciona un gran entretenimiento y que sucesivas visiones no le hacen ningún daño, las cuales cada vez menos películas pueden ofrecer.
En fin, americanada sí, pero muy bien hecha.