Esto me pasa por meterme a ver una película sin tener ninguna referencia de ella. Bueno sí. Sabía que trabajaba Omar Sy, uno de los protagonistas de "Intocable" y el argumento me pareció interesante. Nuestro protagonista se encuentra un buen día con que una de sus antiguas amantes le deja plantado con un bebé recién nacido en los brazos.
Qué quieren que les diga...Siempre he sentido curiosidad de ver cómo una persona que jamás se ha planteado la paternidad ni nada remotamente parecido, al verse en esa situación puede ir transformándose poco a poco hasta lograr que las prioridades de su vida le conviertan en otra persona.
Pero esto no lo vemos aquí. Por lo menos no con cierta seriedad. Esto es un cuento lleno de clichés y tópicos lamentables que pretende ser una comedia amable con su puntito de drama y que a mí me irrita profundamente.
Los guionistas no se lo curran nada. No arriesgan nada. Vemos a un antiguo crápula convertido en una especie de padre Papá Noel, que hiperprotege a su hija creando los mundos de Yuppie para ella, porque es un padre "magnífico" que vive por y para ella. Por otra parte la madre aparece ocho años después para crear un poco de conflicto y drama, más que nada por tocar los huevos porque si no, no habría película. Los guionistas también se guardan en la manga un par de problemas más, que justifiquen un poco de emoción artificial y listo. Ya tenemos un nuevo cóctel.
¿Qué pasa?, ¿ que si se hubiera tratado este tema con un poco de rigor y madurez, la gente habría huído despavorida de la sala?. Pues yo creo que al contrario. Lo que pasa es que currárselo un poco y poner talento, implica un encarecimiento de la cinta que hoy de ninguna manera sale rentable. Es mejor hacer lo que yo llamo películas Kleenex. De usar y tirar. Dentro de nada, esta cinta se irá al cajón de los trastos, habiéndole ya sacado su rentabilidad en los primeros pases y a otra cosa mariposa. Qué tristeza me entra Dios mío.
Por cierto. Conozco yo un caso en la vida real muy parecido a lo que plantea esta película. Os aseguro que ese caso es bastante más emocionante e instructivo que la memez que nos cuentan aquí. Señores del cine, por favor, miren a su alrededor. La vida está llena de pequeñas historias muy hermosas. Sólo hay que recogerlas.