Acabo de volver a ver esta preciosidad de película. Acto seguido, me he dedicado a leer algunas críticas de esta página por aquello de ver las diferentes opiniones que sabía que iba a suscitar ya que, una película de la guerra civil, o en este caso de la república que la precedió, siempre genera opiniones encontradas entre los usuarios en este país.
Y así ha sido. Unos hablan maravillas de ella y otros, le acusan de tendenciosa, parcial, manipuladora y todo eso.
Yo normalmente ante el tema de la guerra civil, en la mayoría de los casos suelo estar de acuerdo con el segundo grupo. Rara vez se ha hecho en este país una película sobre ese tema sin que surja el revanchismo o la ideología o por lo menos con cierta rigurosidad o verosimilitud.
Las películas de antes de la democracia, nos hartaron de nacionalcatolicismo, valores familiares rancios e hipócritas, sumisión a las autoridades y jerarquías y retratos de rojos desvíados y perdidos al que las personas "como Dios manda", salvaban del pecado y la perdición.
Las de después de la democracia, todo lo contrario. Nacionales amargados, beatos, fascistas y analfabetos, frente a rojos inteligentes, librepensadores, abiertos, solidarios y demás virtudes.
El caso es que por una u otra razón, cada vez que vemos una peli de la guerra civil, todos sabemos lo que vamos a encontrarnos.
Y esta peli no es una excepción. Nos habla de los meses precedentes al alzamiento, a través de la figura de un niño, cuya mirada inocente lo absorbe todo y la relación afectiva que establecerá con su maestro.
Y sí, la película nos muestra muchos tópicos y está ideologizada. Los fachas, el cacique y el cura, son de manual y los rojos, el maestro por ejemplo, sabio, bondadoso, ilustrado, educado e inteligente.
Sin embargo, esta película sí me ha atrapado. Mirando esa época a través de la limpia mirada del niño, el espectador ve una deliciosa fábula costumbrista, en el que el director quieras o no, te sumerge en la vida de un pequeño pueblo gallego y nos cuenta pequeñas historias de sus habitantes, llenas de calidez y de emoción, que hace que empatices con los personajes y, olvidando la rigurosidad o ausencia de ella, te intereses por la vida de sus habitantes.
Cuando una peli está bien hecha y cuenta una historia interesante, se le puede perdonar y de hecho es legítimo, su corriente ideológica. Al fin y al cabo,¿cuántas pelis de Hollywood de la segunda Guerra Mundial hemos visto y nos encantan?. Y todas nos muestran a los aliados como nuestros benditos salvadores y a los alemanes y a los japoneses poco menos que como los diablos del infierno y no por eso las gozamos menos.
Pues eso. Esta película es otra de la Guerra Civil pero es una gran película. Por lo tanto tiene toda mi adhesión.
Con un final apabullante, permanece en el recuerdo del espectador para siempre y sólo por eso, esta película es digna de ser una excepción en el interminable catálogo del subgénero Guerra Civil.
Que la disfruten. Merece la pena.