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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
6
Drama. Comedia. Romance Años 30. Robert y Meg, dos recién casados de la alta sociedad neoyorquina, pasan sus vacaciones en la costa francesa, pero en su relación surge inesperadamente un obstáculo: la señora Erlynne, una atractiva mujer con muy mala reputación. Cuando Robert empieza a pagarle algunos gastos y a darle cheques, tanto Meg como sus amigos sospechan que están liados; lo que no pueden ni siquiera imaginar es el secreto que los une. (FILMAFFINITY)
28 de octubre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de una de las comedias del brillante Oscar Wilde, " El abanico de Lady Windermere", ya ha sido llevada a las pantallas en varias ocasiones y, paradójicamente, es una comedia de Lubitsch del periodo mudo, el que mejor ha conseguido captar su espíritu satírico y mordaz.
En esta película, los que quieran hacer un repaso de todas las geniales frases del autor, lo encontrarán bien representado. Pero en mi opinión, eso no basta.
Esta comedia de enredos, está bien interpretada por unos actores de altura ( a mí Helen Hunt me encanta), pero el autor no ha conseguido- o no ha querido- darle ese tono de elegante sátira que el autor requiere.
La comedia resulta blanca y amable. ¿ Cómo puede ser?. ¿ Desde cuando Wilde es amable?.
Y sí. La película está plagada de las famosas frases burlonas de Wilde pero, coño, no basta con pronunciarlas en situaciones anodinas dándole, además, un aire de lo más moderno y actual para una película ambientada en principios del siglo XX.
La mala leche de los diálogos de Wilde, se deberían acompañar de mala leche en las situaciones planteadas, así como yo esperaba, una interpretación crítica y paródica de los modales, actitudes y formas de comportamiento de esa alta sociedad que se pretende criticar.
Yo no comprendo nada. Se plantea una sociedad de principios de siglo. Pero se les convierte por sus modales y forma de pensar, en personajes más propios de una alta sociedad del siglo XXI. Al mismo tiempo los brillantes diálogos del genio Wilde, se ponen en boca de nuestros personajes quienes sueltan esas famosísimas sentencias, con la misma cara con la que estuvieran hablando del parte meteorológico. Y no es que pida que se pongan a sobreactuar ni muchísimo menos. Pero yo que sé, un poco de picardía, un alzamiento de cejas, una actitud más remilgada, unos gestos más hirientes..., en fin, más humor, coño, más humor.
El caso es que, salvo las magníficas frases que no te da tiempo a pillar muchas veces, yo he visto un enredo suave y amable. Nada que ver con lo que yo imagino que tienen que ser los enredos de Wilde.
¿ Que pasas un rato entretenido viendo esta comedia?. Sin duda. Las he visto mucho peores. Pero no busquéis aquí ni un poquito de Wilde. No está.
Izeta
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