Hermosa película, basada en las memorias de Karen Blixen, una mujer danesa, que antes de la primera guerra mundial, viajó a Kenia con su marido y fundó allí una granja. Una vez allí, su marido no tardó en abandonarla, pero ella, obstinada y feroz amante de su independencia, se quedó y luchó con todas sus fuerzas para sacar adelante su granja.
Sydney Pollack nos presenta aquí, sobre todo, una película de atmósfera. Un verdadero homenaje a Africa, que con sus paisajes, sus atardeceres, sus colores, nos zambulle emotivamente en ese entorno, tan alejado del nuestro y nos proporciona paz y serenidad. Mención aparte merece la música, tema inolvidable que quedará para siempre en nuestro recuerdo.
Y luego por supuesto, la trama. Toda la vida de esta gran dama, atípica de su tiempo, que fue una luchadora y el gran y único amor que conoció allí.
Película pues, redonda, que me recuerda mucho en el estilo a otra de este mismo autor, ( Las aventuras de Jeremias Johnson ), por el tratamiento que hace del paisaje para emocionar al espectador y por la similitud de los protagonistas de ambas películas. Ambos son, por encima de todo, independientes del resto del mundo, aunque crean necesitar a los demás.
En fin, un drama cálido, sereno, plácido, emotivo y sincero. DELICIOSA.