Interesante ópera prima de Arantxa Echevarría que nos mete de lleno con sensibilidad y delicadeza, en un mundo que no por cercano, nos resulta menos desconocido.La cultura calé y más concretamente, la relación homosexual de dos mujeres gitanas.
Siendo un mundo que se rige por sus propias tradiciones y en el que el papel de la mujer está sujeto a un sistema profundamente patriarcal, donde la homosexualidad todavía es tabú, nuestras protagonistas vivirán una historia doblemente complicada por su condición de mujeres y por su lesbianismo.
Carmen, es una joven de diecisiete años cuyo más próximo horizonte es el de casarse con su novio e irse a vivir a casa de sus suegros.
Lola, tiene dieciséis, pero es muy consciente tanto de las desventajas de su sexo, como de su condición sexual.
Vive reprimida, pero sueña con terminar sus estudios y hacer caso omiso de las presiones de su entorno para que se case y tenga hijos.
Cuando las dos se conozcan, se creará un vínculo entre ellas que vivirán como placer culpable, disfrutando su presente entre el temor y el secreto.
La película está bien contada en cuanto al aspecto de documento social. Nos acerca sin tópicos ni melodramatismos, con respeto y sin tomar partido, a una realidad ignorada, en la que el espectador se informará un poco más de este tema paralelo a la cultura paya que no puede hacer otra cosa que crear lazos de comprensión entre nuestros dos mundos tan diferentes y sin embargo, tan cercanos.
Película de poco presupuesto y con actores no profesionales, carece de virtudes propiamente fílmicas, pero eso no es obstáculo para que el argumento despierte nuestro interés y se siga con atención.
Film interesante y necesario. No es poco dado los tiempos que corremos.