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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
10
Intriga. Comedia. Drama Chicago, años treinta. Johnny Hooker (Redford) y Henry Gondorff (Newman) son dos timadores que deciden vengar la muerte de un viejo y querido colega, asesinado por orden de un poderoso gángster llamado Doyle Lonnegan (Shaw). Para ello urdirán un ingenioso y complicado plan con la ayuda de todos sus amigos y conocidos. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos definitivamente, ante la comedia de estafadores más divertida y más redonda que se ha hecho jamás.
Todo, absolutamente todo, es perfecto. Los protagonistas, una de las parejas que mejor han funcionado en el cine, aquí despliegan una química y un encanto que no puedes evitar desear toparte con dos timadores tan simpáticos como ellos.
Un granuja de poca monta (Robert Redford), en el Chicago de los años veinte, estafa con la complicidad de un compañero a un pardillo que llevaba los bolsillos repletos. Desgraciadamente, ese dinero pertenecía a un capo de la Mafia y éste no puede dejar pasar una cosa así. Encarga a dos matones que los eliminen y el compañero de Robert Redford muere. Este, lleno de ira, busca venganza y contacta con uno de los maestros de la estafa de Chicago (Paul Newman), para que le ayude a vengarse del mafioso.
Así, se inicia la preparación y ejecución de un golpe, que resulta uno de los divertimentos más gozosos que yo he tenido ocasión de ver.
La magnífica ambientación, el estilo simpático y gozoso, cómo está dividido por capítulos, como si de una novelita por entregas de aquella época se tratase, el equipo que se reúne, a cuál más agradable, el inspector corrupto ( magnífico), el mafioso ( excelente Robert Shaw), el montaje y preparación del golpe y sobre todo la búsqueda de la presa en una de las partidas de póker más deliciosas que recuerdo, a bordo de un tren, hacen de esta película una de las obras maestras del entretenimiento más deliciosas que recuerdo.
Apta para todo tipo de público, gustará a los amantes del cine clásico, pero estoy seguro que, las nuevas generaciones, si le dan una oportunidad, se llevarán una gratísima sorpresa y también la disfrutarán ya que, en mi opinión, es una película totalmente intemporal. Animaos jóvenes, que aquí, os divertiréis.
Dejo para el final la mención de la magnífica música de ragtime. Es el alma de la película y su melodía, ya un clásico, te entra en el alma y te conduce por toda la película con esa sensación reconfortante y te produce nostalgia por un lugar y una época que no hemos conocido y naturalmente, tampoco ha existido.¿No es mágico eso?. MARAVILLOSA.
Izeta
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