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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
6
Western Guerra de Secesión (1861-1865). Charlie Anderson, viudo y padre de familia numerosa, posee una granja en Virginia. Siendo contrario a la esclavitud, está firmemente decidido a mantenerse al margen de la guerra civil, a pesar de las presiones que soporta, incluso por parte de algunos de sus hijos. (FILMAFFINITY)
21 de julio de 2022
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Muchas preguntas y reflexiones genera este drama, que no western, ambientado en la guerra de la Secesión americana con el gran Stewart al frente del reparto pero, cuyo mensaje, está muy lejos de ser clarificador e incluso resulta contradictorio, no pocas veces.
Un agricultor sureño, padre de familia numerosa, no podrá, por cuestiones de conciencia debido a sus ideas antiesclavistas, posicionarse a favor de sus amigos y vecinos y luchar junto a ellos en la guerra civil. Pero tampoco podrá posicionarse en contra y defender esa misma causa junto a la Unión por lo que supondría de traición hacia su entorno y sus amigos. Por lo que decide permanecer neutral y no inmiscuirse en una guerra que, cree, que no le concierne mientras no le afecte directamente.
No se encuentra totalmente respaldado por sus hijos, los cuales trabajan junto a él en la finca, que tienen sus dudas con respecto a si deberían luchar por su estado y por sus gentes pero Stewart parece tenerlo claro cuando los cañones resuenan en las lindes de su granja y uno de sus hijos le pregunta qué van a hacer al respecto.
_ " ¿ Han llegado a nuestras tierras?.
_ " No, responde el muchacho"
_ " Entonces no nos concierne", responde categórico.

Más tarde, en cambio, en una escena hablando con el soldado confederado que quiere reclutar a sus hijos, la razón que esgrime es otra totalmente diferente a lo que podría derivarse de una simple objeción de conciencia.
_ " ¿ Por qué debería entregar a mis hijos al estado?.
Jamás recibí nada del estado. Nunca pedí nada al estado ni esperé recibir nada. Todo lo que tengo lo he labrado yo con mis propias manos".
Así que aquí ya nuestro hombre se va perfilando de diferente manera. No es objetor. No es pacifista. No cree en el estado. Por lo menos no al punto de sacrificar a su familia, pero de antibelicista, nada. Es insumiso e individualista y sólo cree en su propia causa que, ahí sí, defenderá con uñas y dientes; Su familia, sus propiedades y su modo de vida. Una burbuja en este mundo deshecho.
Por eso cuando al menor de sus hijos, el ejército de la Unión se lo lleve prisionero por error, tomará cartas en el asunto e irá a buscarle. Pero no tardará en darse cuenta que, en una guerra, poco importa lo que pienses o sientas. Mantenerse al margen es imposible. De un modo u otro, el precio a pagar será terrible.
En realidad la película no quiere responder a ninguna cuestión ni quiere implicarse a fondo. De hecho, elude mostrar ninguna represalia ni violencia efectiva por parte de Stewart para que no nos sintamos incómodos con el personaje pero, para mí, es un error ya que quiere mostrar como pacifista a un personaje que, en realidad, es pasivo en un conflicto, lo que cambia mucho la perspectiva ideológica y la razón de ella y cuyo único acierto se encuentra en plantear ciertos interrogantes que inducen a la reflexión pero para los que tampoco tiene respuesta.
Por eso, la película se torna idealizada, complaciente, con algunas escenas de alto contenido dramático bien realizadas pero cuyas cuestiones más incómodas se niega a responder para resaltar, solamente, los valores familiares tradicionales que hay que defender por encima de todo y declarar lo que todos ya sabemos. La guerra es horrible sí, pero ¿ podemos evitarla?. Y otra cuestión...¿ Hay guerras justas e injustas?. Eso, lo teneis que responder vosotros en vuestra conciencia.
Izeta
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