No me interesan lo más mínimo los premios cinematográficos desde que hace mucho me di cuenta de que muchas veces premian otros aspectos en vez de la calidad como película. Algo que me ha confirmado que le hayan dado el Oscar a la mejor película a Green Book en vez de a La Favorita, que es muy superior pero en vez de generar buen rollo hace justo lo contrario destilando misantropía (odio a la humanidad). Por cierto, seguro que no es casual la referencia que hacen en La favorita a Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver, que aunque mucha gente crea que es una novela para niños en realidad es una de las sátiras más feroces que se han escrito contra la especie humana.
Esta película que es sin ninguna duda una de las mejores del 2018, bajo la apariencia de una frívola comedia palaciega, cuenta una historia durísima protagonizada por personajes absolutamente deleznables sin ningún escrúpulo y capaces de cualquier cosa por conseguir sus objetivos, incluyendo engañar, usar, traicionar y hasta humillar a quienes les rodean, pero además defiende que cualquier persona sin distinción alguna hace lo mismo en las circunstancias adecuadas. Y su director cuenta esta terrible historia de una forma muy cruda, sin concesiones de ningún tipo, además de con un enorme talento y con un estilo muy peculiar y estilizado pero muy efectivo. Para ello cuenta con la colaboración de una ambientación y un montaje espléndidos, una espectacular fotografía hecha en su mayor parte con luz natural y sobre todo tres actrices que están absolutamente impresionantes, algo que no me sorprende en el caso de Weisz pero lo hace y mucho en el de Stone, que no sabía que era tan buena, y en el de la para mí desconocida Colman a la que tendré que seguir la pista. La única (y pequeña) pega que le puedo poner es que hay una parte de la banda sonora que me resultó realmente irritante (cuando la oigáis sabréis cual es).
Tengo que advertir que a pesar de su apariencia y de que muchas críticas digan lo contrario no es una comedia por mucho que tenga momentos divertidos, ya que su humor es satírico y muy negro y no ayuda a suavizar la dureza de la historia sino más bien lo contrario. Y como no he visto ninguna de las obras anteriores de Lanthimos no se si realmente es la más asequible, pero aunque lo sea no me parece para nada convencional ni comercial como he leído por ahí, para empezar porque es muy difícil empatizar con los personajes.