Valoraré esta película sin comparaciones con la original de Abel Ferrara, por el simple hecho de que no he visto aquélla. Solo hablaré del remake (aunque por lo que he leído es más bien una reinterpretación) de Werner Herzog, que me ha parecido una propuesta arriesgada e interesante.
Cuando terminé de ver Teniente corrupto, lo primero que me vino a la cabeza fue: ¡Ya era hora de que Nicolas Cage se marcara una buena película! Y es que lleva una racha este hombre, que yo creo que la última película buena que había hecho era El señor de la guerra, hace ya cinco o seis años. Desde entonces, supongo que acuciado por la necesidad de efectivo debido a su tortuosa vida privada, solo ha aceptado tracas taquilleras (aunque algunas ni eso) para hacer caja de manera fácil. En medio, por suerte, se ha topado con Werner Herzog y su Teniente corrupto, que le han dado la oportunidad de resarcirse y tal vez ofrecernos el mejor papel de su carrera (sí, mejor que en Leaving Las Vegas, que no me pareció para tanto). Así que bravo por Cage, y espero que pronto vuelva a deleitarnos con interpretaciones tan arriesgadas como ésta.
Queda claro que un punto fuerte de Teniente corrupto es Nicolas Cage. Pero su portentosa interpretación lo es en gran parte porque hay una gran historia detrás, un guión que escenifica magistralmente el proceso de degeneración de, en este caso, un representante de la ley. Herzog plantea un caso policial y una investigación, pero no son más que el pretexto para enmarcar las oscuras y peligrosas andanzas de este teniente. Y lo mejor es que esta degeneración no es la excusa, a su vez, para dar una lección moral o algo parecido, sino que es vehículo del más puro nihilismo vital. Aquí no hay sitio para lecciones morales.
A la sugerente dirección de Herzog, plena de talento visual, y a las grandes interpretaciones, también hay que sumar la excelente banda sonora compuesta por Mark Isham. En todo momento se ajusta a la situación y acentúa el tono onírico y oscuro de la mayoría de secuencias. Todo un acierto.
Teniente corrupto, sin entrar a comparar con su original, es una gran película, mucho más que una película "de polis". Es un planteamiento descarnado sobre la perversión y degeneración moral de quien menos deberíamos esperarlo. Muy buena.