Espléndida recreación de la novela de Steinbeck a cargo de Elia Kazan. Como protagonista, James Dean, cuya interpretación no me ha entusiasmado especialmente, tal vez un poco amanerada, incluso histriónica. Por lo demás, una historia cargada de emoción, de sentimientos profundos y verdaderos y de una intensidad pocas veces vista. Una película árida y apasionante en su visión de las relaciones paternofiliales. Su reflexión sobre la soledad y el desarraigo sobrevive al tiempo.