Hasta ahora no me había tropezado con ninguna película de Netflix que pudiera calificarla de medianamente buena, pero el amigo que me la recomendó, de cuyo criterio me fío, me dijo que era un peliculón, así que no me lo pensé.

Todo en esta película funciona, desde el extraordinario papel de Adam Sandler, a los secundarios, al ritmo, la fotografía, la música... realmente sientes el agobio que siente él al meterse en problemas para solucionar otros...

Total, una muy agradable sorpresa que demuestra que puedes encontrar una joya cinematográfica -y nunca mejor dicho-, en el lugar más inesperado.