Con películas como Hatari, sin duda. Hay que ver esta película como lo que es, una gran aventura africana para niños y adolescentes, una de esas que crean afición. Muchos críticos olvidan su infancia, como afortunadamente no soy crítico, aunque le vea los defectos, que los tiene a porrillo, prefiero acordarme de que de crío la vi no menos de veinte veces, y que recurro a ella cuando quiero tener a unos niños encandilados delante del televisor, viendo cine del bueno, mejor que con superhéroes en 3D.
¡Va de unos cazadores que no matan animales, sino que los mandan a los zoos vivitos y coleando! Qué niño no puede querer ser John Wayne en la sabana, codearse con los masai, tener un guepardo en casa y bañarse con elefantes. Pues básicamente va de eso, pero contado con ingenio y con un Wayne que llena la pantalla, a pesar de que el gran protagonista es un África espectacular.
Dicen que es una obra menor de Hawks, para mí es mi película favorita... de cuando era niño.
Pásala.